Macario es una película mexicana de 1960 dirigida por Roberto Gavaldón, basada en la novela homónima de B. Traven.
Ambientada en el México colonial, la historia sigue a Macario, un humilde campesino que vive en la pobreza junto a su esposa e hijos. Su vida está marcada por el hambre y la frustración, y su mayor deseo es poder comer un pavo entero él solo, sin tener que compartirlo.
En vísperas del Día de Muertos, su esposa, conmovida por su anhelo, roba un pavo de una casa rica y se lo cocina. Macario se dirige al bosque para comerlo en paz, pero antes de hacerlo se le aparecen tres figuras sobrenaturales: el Diablo, Dios y la Muerte.
Cada uno le pide un trozo del pavo. Macario se niega a compartir con los dos primeros, pero accede a darle la mitad a la Muerte. Como recompensa, ella le entrega un agua milagrosa capaz de curar cualquier enfermedad, siempre que esté presente al pie de la cama del enfermo. Macario se convierte en un curandero famoso, sanando a ricos y pobres. Su fama llega hasta el Virrey, quien lo llama para salvar a su hijo enfermo. Aunque Macario ve a la Muerte al pie de la cama, intenta engañarla para salvar al niño, lo que provoca su caída.
Es acusado de brujería y llevado ante el Santo Oficio. En su desesperación, huye al bosque, donde se encuentra nuevamente con la Muerte. Ella lo lleva a una cueva llena de velas, cada una representando la vida de una persona. La Muerte le muestra su propia vela, que está a punto de extinguirse. Macario intenta protegerla, pero no lo logra.
La película termina con un giro trágico: su cuerpo es hallado muerto junto al pavo intacto, revelando que todo lo vivido fue una visión antes de morir de hambre. El mensaje final es una crítica profunda a la desigualdad, la esperanza y la inevitabilidad de la muerte.
Algunas anécdotas fascinantes del detrás de cámaras de esta obra maestra del cine mexicano
El pavo que nunca se acababa
En la famosa escena donde Macario se dispone a comer un pavo entero en el bosque, Ignacio López Tarso tuvo que repetir la toma tantas veces que terminó comiendo más de 30 pavos durante el rodaje. El actor confesó que al final ya no podía ni ver el platillo, aunque la escena se convirtió en una de las más emblemáticas del cine nacional.
Luz natural y atmósfera sombría
El director Roberto Gavaldón y el fotógrafo Gabriel Figueroa decidieron filmar muchas escenas con luz natural para lograr una estética sombría y realista. Esto implicó largas jornadas de espera por las condiciones ideales de iluminación, especialmente en las escenas del bosque y la cueva de las velas.
La cueva de las velas
La escena donde la Muerte lleva a Macario a una cueva llena de velas fue una de las más complejas. Se utilizaron cientos de velas reales, y el calor dentro del set era tan intenso que el equipo tuvo que trabajar por turnos para evitar desmayos. La imagen final, sin embargo, es considerada una de las más poéticas del cine mexicano.
El misterio de la Muerte
El actor Enrique Lucero, quien interpretó a la Muerte, mantuvo un perfil bajo durante la promoción de la película. Su caracterización fue tan impactante que muchos espectadores pensaban que se trataba de un personaje real o sobrenatural. Su actuación silenciosa y contenida le dio una presencia inquietante que aún se recuerda.
Éxito internacional inesperado
Aunque se pensaba que la película tendría impacto solo en México, Macario fue seleccionada para competir en el Festival de Cannes en 1960 y se convirtió en la primera película mexicana nominada al Óscar como Mejor Película Extranjera, lo que sorprendió incluso a su propio equipo de producción.
Estas anécdotas muestran el nivel de dedicación, arte y simbolismo que envolvió la producción de Macario, una película que sigue siendo referente del cine latinoamericano más de seis décadas después de su estreno.
Reparto completo de la película Macario
- Ignacio López Tarso, como Macario
- Pina Pellicer, como Esposa de Macario
- Enrique Lucero, como La Muerte
- José Gálvez, como El Diablo
- José Luis Jiménez, como Dios
- Eduardo Fajardo, como Virrey
- Consuelo Frank, como Virreina
- Mario Alberto Rodríguez, como Don Ramiro
- José Dupeyrón, como Médico
- Celia Tejeda, como Chona
- Luis Aceves Castañeda, como Verdugo infartado
- Miguel Arenas, como Inquisidor
- Alfredo Wally Barrón, como Don Alfredo, panadero
- Queta Carrasco, como Vecina
- Pepé y sus Marionetas, como Marionetas que aparecen en el sueño de Macario
Título original
Macario
Año
1960
Duración
91 min.
PaísMéxico
Director
Roberto Gavaldón
Guión
Roberto Gavaldón, Emilio Carballido (Historia: B. Traven)
Música
Raúl Lavista
Fotografía
Gabriel Figueroa (B&W)
Reparto
Ignacio López Tarso, Pina Pellicer, Enrique Lucero, Mario Alberto Rodríguez, José Gálvez, José Luis Jiménez
Productora
Clasa Films Mundiales
Género
Drama. Fantástico | Pobreza. Drama social
Sinopsis Macario, un aldeano sumamente pobre que tiene esposa y varios hijos, se dedica a vender leña en el pueblo. Harto de una vida de privaciones y apuros, manifiesta que su mayor anhelo es poder comerse él solo un pavo, sin tener que compartirlo con nadie. Su esposa, confidente de tan profundo deseo, un día roba uno de la granja de una familia rica. Cuando Macario se dispone a comérselo, Dios, el Diablo y la Muerte se le aparecen para pedirle que lo comparta. Solamente le da a la Muerte y ésta a cambio le entrega una botella de agua que cura cualquier enfermedad. Pronto gana mucho más dinero que el doctor del pueblo, pero también llama la atención de la temida Santa Inquisición.
Premios
1960: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1960: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)