Poema: Maestros del alma y del campo

Maestros del alma y del campo
Ma. Isabel, con voz de aurora,
abre caminos en cada rincón,
donde el saber florece a toda hora
y el juego es puente hacia la educación.
Silvestre guía con paso sereno,
entre pizarras, cantos y papel,
su aula es tierra, su método pleno,
su mapa es justo, su trazo es fiel.
En rancherías, cerros y veredas,
donde otros callan, ellos preguntan más,
investigando memorias y ruedas
que giran lento en el tiempo rural.
Son sembradores de luz temprana,
con manos firmes y corazón abierto,
donde hay silencio, su voz hermana,
donde hay olvido, su paso es cierto.
Maestros nobles, raíz del Bajío,
su vocación no cabe en un salón,
pues cada niño que cruza el río
lleva en sus ojos su bendición.