Hidalgo en llamas: el padre que encendió la libertad
Eugenio Amézquita Velasco
-Miguel Hidalgo nació en Corralejo en 1753 y fue párroco en Dolores; su voz despertó la lucha por la independencia nacional.
-Estudió en el Colegio de San Nicolás y fue rector; hablaba siete idiomas y leía a Rousseau, Voltaire y Montesquieu.
-En 1803 asumió la parroquia de Dolores, donde enseñó oficios, impulsó industrias y defendió a indígenas y campesinos.
-Participó en la conspiración de Querétaro junto a Allende, Aldama, Abasolo y Josefa Ortiz de Domínguez.
-El 16 de septiembre de 1810 lanzó el Grito de Dolores y encabezó el primer levantamiento contra el régimen virreinal.
-Dirigió batallas clave: Alhóndiga de Granaditas, Monte de las Cruces, Aculco y Puente de Calderón.
-Fue capturado en marzo de 1811, juzgado por herejía y fusilado el 30 de julio en Chihuahua; su cabeza fue expuesta.
-Franciscanos de la Orden Tercera le rindieron honras fúnebres clandestinas tras su ejecución.
-En 1910, sus restos fueron trasladados a la Columna de la Independencia y se erigieron monumentos en todo el país.
-Su nombre vive en calles, escuelas, pueblos, estados y murales de Rivera, Siqueiros y Orozco que lo inmortalizan.
México honra la memoria de Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, el sacerdote ilustrado que encendió la llama de la libertad. Nacido el 8 de mayo de 1753 en la hacienda de San Diego de Corralejo, jurisdicción de Pénjamo, Guanajuato, Hidalgo fue hijo de Cristóbal Hidalgo y Costilla y Ana María Gallaga, ambos criollos de buena posición económica.
Desde joven mostró gran inteligencia y vocación académica. A los 12 años fue enviado a Valladolid (hoy Morelia), donde ingresó al Colegio de San Nicolás Obispo, institución dirigida por jesuitas y posteriormente por clérigos seculares. Allí estudió latín, filosofía, teología, derecho canónico y civil, y llegó a ser rector del colegio, cargo que desempeñó con distinción. Fue ordenado sacerdote en 1778, y en 1803 asumió la parroquia de Dolores, en Guanajuato.
En su labor pastoral, se distinguió por su preocupación por los indígenas y campesinos: les enseñó a cultivar viñedos, criar abejas, fabricar loza y ladrillos, y promovió pequeñas industrias locales. Además del español, hablaba francés, italiano, latín, purépecha, otomí y náhuatl, lo que facilitaba su comunicación con diversos sectores sociales. Su biblioteca personal incluía obras de Rousseau, Voltaire y Montesquieu, lo que influía en su pensamiento político y social. Estas lecturas eran compartidas en círculos reducidos, especialmente entre los miembros de la conspiración.
Hidalgo era lector de autores ilustrados y promovía una visión más racional y humanista de la religión. Aunque era sacerdote, cuestionaba dogmas y estructuras eclesiásticas, lo que le valió críticas dentro del clero. En 1809, Hidalgo se unió a la conjura de Valladolid, una sociedad secreta que buscaba formar un congreso criollo para gobernar en nombre de Fernando VII, preso de Napoleón. Tras ser descubierta, la conspiración se trasladó a Querétaro, donde se gestó el núcleo insurgente.
Allí, junto con Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, José Mariano Jiménez, Josefa Ortiz de Domínguez y el corregidor Miguel Domínguez, se planeó el levantamiento. Hidalgo fue convencido por Allende para unirse, dada su influencia social y moral. Las reuniones se realizaban en casa de los Domínguez, disfrazadas como “academias literarias”, donde se discutían temas filosóficos y políticos, pero en realidad se planeaba la insurrección armada.
El movimiento se adelantó tras la denuncia de la conspiración. En la madrugada del 16 de septiembre de 1810, Hidalgo lanzó el Grito de Dolores, convocando al pueblo a levantarse contra el mal gobierno. Así inició la primera etapa de la Guerra de Independencia. Durante su liderazgo, Hidalgo dirigió batallas emblemáticas como la toma de la Alhóndiga de Granaditas (28 sep 1810), la Batalla del Monte de las Cruces (30 oct 1810), la toma de Valladolid (17 oct 1810), la Batalla de Aculco (7 nov 1810) y la Batalla del Puente de Calderón (17 ene 1811).
Tras esta última derrota, Hidalgo fue destituido como líder militar por Allende, aunque conservó liderazgo moral. El 21 de marzo de 1811, fue capturado en Aguascalientes, tras ser traicionado por Ignacio Elizondo. Fue trasladado a Chihuahua, donde fue juzgado por herejía, traición y sedición por un tribunal eclesiástico y militar. El 30 de julio de 1811, fue fusilado en el Hospital Militar de Chihuahua. Su cuerpo fue decapitado y su cabeza expuesta en la Alhóndiga de Granaditas como escarmiento.
Tras su ejecución, los hermanos franciscanos de la Orden Tercera en Chihuahua realizaron honras fúnebres clandestinas en su memoria. A pesar de la censura virreinal, se le reconocía como mártir por sectores religiosos reformistas. Esta acción fue documentada por cronistas locales y recogida en fuentes como *México a través de los siglos*, dirigida por Vicente Riva Palacio, y en la obra *Historia de Méjico* de Lucas Alamán, quien aunque crítico del movimiento insurgente, reconoció la influencia de Hidalgo en la historia nacional.
En 1910, durante el Centenario de la Independencia, el gobierno de Porfirio Díaz organizó grandes homenajes: se trasladaron sus restos a la Columna de la Independencia en Ciudad de México, se erigieron monumentos en Dolores Hidalgo, Chihuahua, Guanajuato y otras ciudades, se acuñaron monedas con su efigie y se emitieron billetes con su rostro. Su nombre fue inscrito en el panteón de los héroes nacionales.
Hoy, su nombre vive en el Estado de Hidalgo (creado en 1869), en la delegación Miguel Hidalgo de Ciudad de México, en calles, escuelas, hospitales y plazas de todo el país. Artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco lo han inmortalizado en murales que narran su legado. El retrato más famoso de Hidalgo fue realizado por Joaquín Ramírez en 1865, basado en testimonios y descripciones, ya que no existen retratos contemporáneos por censura virreinal.
Miguel Hidalgo no solo fue el iniciador de la lucha armada, sino el padre espiritual de la nación mexicana, cuya voz sigue resonando en cada rincón donde se pronuncia su nombre. #GuanajuatoDesconocido #MetroNewsMx