Salvatierra retrata su memoria: Conversatorio fotográfico
Eugenio Amézquita Velasco
-El Archivo Histórico Municipal y el Gobierno de Salvatierra organizan un conversatorio con fotógrafos emblemáticos que han documentado la evolución cultural de la ciudad.
-Fernando Zárate, fundador de Raccontiamo Storie®, aportará una mirada contemporánea sobre la narrativa visual como herramienta de memoria colectiva.
-El evento se realizará el miércoles 27 de agosto a las 18:00 horas en el Centro Histórico, con la participación de estudios fotográficos que marcaron época.
-En 2025 se cumplen 185 años de la llegada del primer equipo fotográfico a México, marcando el inicio de una revolución visual.
-El daguerrotipo llegó vía Veracruz en 1840; estudios confirman que México fue pionero en América Latina en adoptar la técnica.
Al celebrarse 185 años de la llegada del primer equipo fotográfico a México y con el propósito de explorar cómo la fotografía ha contribuido a construir la identidad cultural de Salvatierra, el Archivo Histórico Municipal y el Gobierno local han convocado a un conversatorio titulado La Identidad de Salvatierra en sus Estudios Fotográficos. El encuentro reunirá a figuras clave de la memoria visual de la ciudad, cuyas cámaras han capturado generaciones, tradiciones y transformaciones urbanas.
El evento se llevará a cabo el miércoles 27 de agosto a las 18:00 horas en la calle 16 de Septiembre #311, en pleno corazón del Centro Histórico. Participarán Refugio Rentería (Foto Iris), Santiago Castro (Foto Estrella), Lucila Morales (Foto Benítez) y Fernando Zárate, creador de Raccontiamo Storie®, quien aportará una visión narrativa contemporánea sobre el papel de la imagen en la construcción de la memoria colectiva.
La moderación estará a cargo del cronista de la ciudad, Lic. Pascual Zárate Ávila, mientras que la coordinación general será responsabilidad de D. Eduardo Flores García, titular del Archivo Histórico Municipal. El conversatorio busca no solo rendir homenaje a los estudios fotográficos que han documentado la vida salvaterrense, sino también abrir un espacio de reflexión sobre el valor patrimonial de la imagen en tiempos de transformación digital.
Pascual Zárate, guardián de la historia de Salvatierra
Pascual Zárate Ávila es un promotor cultural, investigador local y difusor histórico que fue nombrado segundo Cronista de la Ciudad de Salvatierra por unanimidad del H. Ayuntamiento en mayo de 2025, durante la décima cuarta sesión ordinaria del Cabildo.
Su designación respondió a una convocatoria pública avalada por la Comisión de Educación, Recreación, Cultura y Deporte, en la que cumplió con todos los requisitos establecidos para el cargo.
Su perfil se caracteriza por una profunda vocación hacia la preservación del patrimonio histórico, la difusión cultural comunitaria y el rescate de la identidad salvaterrense. Desde su nombramiento, Zárate Ávila ha asumido el compromiso de trabajar con responsabilidad, honestidad y rigor documental, colaborando estrechamente con el primer cronista de la ciudad, Miguel Alejo López, en acciones de investigación, divulgación y fortalecimiento de la memoria colectiva.
Entre sus líneas de trabajo destacan:
-La promoción de Salvatierra como Ciudad de Monumentos Históricos, impulsando su reconocimiento patrimonial a nivel estatal y nacional.
-La organización de conversatorios, disertaciones y actividades públicas que vinculan la historia local con la participación ciudadana.
-La elaboración de contenidos editoriales, semblanzas biográficas y crónicas urbanas que documentan la evolución cultural del municipio.
-La articulación con el Archivo Histórico Municipal para preservar documentos, fotografías y testimonios que conforman el acervo identitario de Salvatierra.
Su labor como cronista no solo se limita al registro histórico, sino que busca formar conciencia patrimonial entre las nuevas generaciones, promoviendo el conocimiento de los procesos sociales, culturales y arquitectónicos que han dado forma a Salvatierra.
México cumple 185 años de fotografía: el daguerrotipo llegó en 1840 y cambió para siempre la imagen del país
El cronista salvaterrense narra que en 1839, Louis Daguerre presentó al mundo el daguerrotipo, el primer procedimiento fotográfico comercialmente viable. Ese mismo año, el gobierno francés adquirió la patente y la liberó como “regalo al mundo”, permitiendo que la técnica se difundiera rápidamente por Europa y América. México no fue la excepción: en menos de seis meses, el país ya contaba con su primer equipo fotográfico, convirtiéndose en uno de los primeros en América Latina en adoptar esta revolucionaria tecnología.
Veracruz: el puerto de entrada
Según registros del periódico El Cosmopolita, el primer daguerrotipo llegó a México en febrero de 1840, desembarcando en el puerto de Veracruz. El aparato venía acompañado de 80 láminas de plaqué, y fue anunciado como parte de una rifa pública. Este dato, confirmado por historiadores como José Antonio Rodríguez y fuentes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), marca el inicio oficial de la fotografía en territorio mexicano.
La primera imagen tomada en México se realizó en el convento de San Francisco, en Veracruz. Aunque no se conserva el daguerrotipo original, se sabe que fue una toma arquitectónica, siguiendo la tendencia europea de capturar edificios y paisajes urbanos.
¿Quién fue el primer fotógrafo en México?
La identidad del primer fotógrafo en México ha sido objeto de debate. Algunos estudios señalan a Jean Prelier, un francés que llegó a México en 1841 y abrió uno de los primeros estudios fotográficos en la Ciudad de México. Otros mencionan a José María Díaz Noriega, quien trabajó con daguerrotipos en la década de 1840 y fue uno de los primeros mexicanos en dominar la técnica.
Sin embargo, el nombre más citado como pionero es el de Jean-Baptiste Louis Fabre, también francés, quien se estableció en México en los años 1840 y realizó retratos de personajes de la alta sociedad. Fabre fue uno de los primeros en ofrecer servicios fotográficos comerciales, y su estudio en la capital atrajo a políticos, militares y aristócratas.
La fotografía como símbolo de modernidad
La llegada del daguerrotipo coincidió con un momento de transformación política y cultural en México. Tras la independencia, el país buscaba afirmarse como nación moderna, y la fotografía se convirtió en una herramienta clave para construir identidad visual. Los retratos de líderes políticos, las imágenes de monumentos y las vistas urbanas comenzaron a circular en periódicos, exposiciones y álbumes familiares.
El daguerrotipo, aunque limitado por su proceso único (cada imagen era irrepetible), ofrecía una fidelidad visual nunca antes vista. Su uso se expandió rápidamente, y para la década de 1850 ya existían estudios fotográficos en ciudades como Puebla, Guadalajara y San Luis Potosí.
Influencias extranjeras y expansión técnica
Muchos de los primeros fotógrafos en México eran extranjeros: franceses, alemanes, estadounidenses e italianos que trajeron consigo conocimientos técnicos y estéticos. Entre ellos destaca François Aubert, quien llegó en la década de 1850 y fotografió al emperador Maximiliano y su corte. Sus imágenes documentaron la presencia francesa en México y se convirtieron en testimonio visual del Segundo Imperio.
Otro nombre relevante es Hugo Brehme, fotógrafo alemán que llegó a Veracruz en 1908 y se estableció en la Ciudad de México. Aunque posterior al daguerrotipo, Brehme representa la consolidación de la fotografía como arte y documento. Sus imágenes de paisajes, pueblos indígenas y escenas cotidianas marcaron una época y fueron publicadas en el célebre álbum “México pintoresco” (1923).
De técnica a arte: el legado del daguerrotipo
La técnica del daguerrotipo fue eventualmente reemplazada por procesos más versátiles como el colodión húmedo y la fotografía en papel. Sin embargo, su impacto fue profundo. Introdujo una nueva forma de ver, de recordar y de representar. En México, sentó las bases para una rica tradición fotográfica que ha documentado desde revoluciones hasta rituales, desde retratos familiares hasta movimientos sociales.
Hoy, instituciones como la Fototeca Nacional, el Museo Archivo de la Fotografía y el Centro de la Imagen conservan daguerrotipos originales y estudian la obra de los pioneros. La fotografía mexicana, reconocida internacionalmente por figuras como Manuel Álvarez Bravo, Graciela Iturbide y Mariana Yampolsky, tiene sus raíces en aquel primer equipo que cruzó el Atlántico en 1840.
La llegada del daguerrotipo a México fue más que un evento técnico: fue el inicio de una revolución visual. En un país marcado por contrastes, luchas y transformaciones, la fotografía se convirtió en espejo, memoria y testigo. Desde el puerto de Veracruz hasta los estudios de la capital, los primeros fotógrafos mexicanos y extranjeros capturaron no solo imágenes, sino también el alma de una nación en construcción. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido