Santuario y Casa de Ejercicios de Atotonilco. / Fotos: Eugenio Amézquita

Por el Pbro. Fernando Manríquez Cortés, 
párroco de la Parroquia Jesús Nazareno, en Atotonilco, Guanajuato.

"El padre Luis Felipe Neri de Alfaro, volvía de predicar unas misiones en Dolores Hidalgo, y descansó bajo un mezquite... en sueños, vio a Nuestro Señor Jesucristo coronado de espinas, llevando la Santa Cruz sobre sus hombros, el cual le decía que era su voluntad que aquel lugar se convirtiera en lugar de penitencia y oración y que al efecto se levantara allí un templo".

Y fue así, invadido de la gracia divina, el Padre Alfaro cumplió la voluntad del Señor. El 3 de mayo de 1740, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, cuando se bendijo y colocó la primera piedra de esta singular fortaleza religiosa.

El 20 de julio de 1748 se termina la primera etapa; la nave principal sin el sotocoro, como también la torre y la sacristía, colocándose en su sitio la preciosa imagen de Jesús Nazareno, que desde entonces preside el Santuario que él mismo pidiera.

En esta ocasión presidió la Eucaristía el Señor Cura de la Villa de San Miguel el Grande, Don Manuel de Villegas, quien bendijo también la primera piedra.

Atotonilco es toponímico muy común en nuestro país, viene de atotonilli (agua caliente) y el locativo co( en, o lugar) LUGAR DE AGUA CALIENTE, los más famosos son: el de Jalisco, el del estado de Hidalgo y el que nos ocupa en el estado de Guanajuato.

Es gracias al celo apostólico del insigne fundador y a todas sus cualidades de evangelizador y sobre todo a su amor por Cristo, que contamos con este patrimonio artístico, espiritual y patrio.

De 1740 a 1776 fueron los años que vivió en Atotonilco el Padre Alfaro, período en el cual quedó concluída casi la totalidad de la obra, excepto la Santa Escuela, que se construyó en 1876 (ubicada al lado izquierdo de la entrada principal).

Todos estos años son riquísimos en labor constructiva y decorativa. Aquí dejó el Venerable Padre el perfume de su santidad, virtudes y talentos, quedando perenne su notable producción literaria que llena los muros con su poesía mística.

Padre Luis Felipe Neri de Alfaro

El Santuario y la Casa de Ejercicios se deben por completo al venerado siervo de Dios

Nació el padre Luis Felipe Neri de Alfaro el 25 de agosto de 1709 en la capital de la Nueva España, de una familia acomodada y muy devota.

El 4 de septiembre del mismo año, a los 10 días de su nacimiento recibió las aguas del Bautismo en el Sagrario Metropolitano de México (archivo del Sagrario M. Libro de Bautismos No. 35). Fue a San Luis Rey de Francia y a San Felipe Neri a quien fue encomendado.

Sus padres: Don Esteban Valero de Alfaro y Doña María Velázquez de Castilla, cuyos excelentes retratos se encuentran en los accesos al camarín de la capilla del Rosario. Pintados por Antonio Martínez de Pocasangre, originario de Querétaro, Qro.

Desde niño fue muy devoto de la pasión de N.S. Jesucristo, a quien dedica el Santuario.
En 1729 presenta examen en la Real y Pontificia Universidad de México, obteniendo el grado de Bachiller en Teología.

A los veinte años de edad ingresa a la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri en la Villa de San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende).

Su ordenación sacerdotal se realiza el 19 de diciembre de 1733.

Nutre su espiritualidad de los grandes místicos del Siglo de Oro Español, de cuyas obras bebió su alma. (Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola y San Juan de Ávila principalmente). Y llega a ser el místico más exquisito de la Nueva España.

En 1869 el primer obispo de León, José María de Jesús Díez de Sollano y Dávalos introduce en Roma la causa de su beatificación.

Muere el padre Alfaro en Atotonilco, Guanajuato, el Viernes Santo, el 22 de marzo de 1776 con fama de santidad por sus virtudes heroicas, don de profecía, conocimiento de los corazones y gracia sobrenaturales que alcanza para sus devotos, como dijo el Padre Juan Benito Díaz de Gamarra en la misa exequial: ¡El sacerdote fiel y según el corazón de Dios!
Sus restos descansan en el muro derecho del presbiterio de este Santuario.

Santuario de Atotonilco: Escenas de la Pasión de Cristo. Techo del templo.

La Sixtina mexicana

La admirable pintura mural de Atotonilco y su proyecto catequético como Biblia de los Pobres es más ambicioso que el de la Capilla Sixtina de Roma. Aquí hubo espacio para un plan evangelizador total. Poner ante los ojos de los fieles sencillos y letrados todas las escenas de la Historia de la Salvación y la Doctrina de la Iglesia.

Sus fuentes iconográficas

Son estas principalmente las siguientes:

1. La versión plástica de los pasajes evangélicos leídos en el año litúrgico. Preciosos grabados europeos de artistas famosos: el romano bernardo Paseri, el flamenco Martín de Vos, Jerónimo y Juan Wierix, estos últimos de Amberes. Estos grabados están recopilados en una obra excepcional de 1593 del teólogo jesuita Hieronymo Natali también de Amberes y la obra se llama "Evangelica historiae imagines ex ordine evangeliorum quae toto anno in Misae sacrificio recitantur; in ordinem temporis vitae Christi digestae" (Estampas del Evangelio, dispuestas de acuerdo a la vida de Cristo, según el orden como se recitan en el sacrificio de la Misa a lo largo de todo el año).

2. La Schola Cordis de Benedictus van Haeften (1588-1684) cuya primera edición estuvo ilustrada con grabados de Boecius de Boswert (existe un ejemplar en la Biblioteca Palafoxiana de Puebla). Fue un libro de gran influencia religiosa en la espiritualidad de la Nueva España, se trata de una guía de perfeccionamiento espiritual ascético y místico complementario a los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. El centro de todo el tratado es el Corazón de Jesús que invita al corazón humano a convertirse al amor de Cristo.

Estas fuentes inspiran las escenas de la nave principal, el sotocoro y las bóvedas del Calvario. El pintor criollo que ejecutó en color y recreó dichas escenas fue Miguel Antonio Martínez de Pocasangre, gran artista que supo captar el sentir teológico y catequético del Padre Alfaro con una exquisita sensibilidad popular.

Santa Casa de Ejercicios, sitio de conversión de almas. Patio interior.

La Santa Casa de Ejercicios

Quiso el venerable Padre Alfaro hacer de este Santuario, un centro de espiritualidad (oración y penitencia) que sigue vivo, concurrido y venerado por los fieles más sencillos, venidos de varios sitios de la República. Los Ejercicios Espirituales se iniciaron el 12 de julio de 1765 y esta obra funcionó gratuitamente por muchos años, pues aquí empleó el Padre Alfaro todos sus bienes. Y para atenderla bien se separó del Oratorio de San Miguel. Los antecedentes de la espiritualidad que el Venerable Padre Alfaro infundió a la Santa Casa de Ejercicios para los fieles laicos son:

a) La Espiritualidad de San Ignacio de Loyola, quien fundara la Compañía de Jesús en 1534 y que el Papa Pablo III aprobó en 1540. Los ejercicios Ignacianos comenzaron en la casa de Ara Coeli al servicio de la Sociedad novohispana.

b) La Espiritualidad de San Felipe Neri, que hereda en México esta tradición espiritual en 1676 por la expulsión de los jesuitas, pues los filipenses comenzaron a dirigir los ejercicios al tiempo que recibieron la custodia de la Iglesia de la Profesa de México y que perdura hasta el día de hoy.

Nuestra Madre Santísima de la Luz, patrona de la Santa Casa de Ejercicios de Atotonilco.

La mística que inspira la decoración iconográfica del Santuario

La devoción a la Pasión de Cristo según los Evangelios en la obra antes citada del jesuita Hieronymo Natali. La devoción al Sagrado Corazón de Jesús (característica de los jesuitas y extensiva a la congregación Filipense en la obra antes citada de Schola Cordis de Van Haeften).

El culto Mariano bajo las advocaciones de Loreto, del refugio, del Rosario, de la Soledad, de la Inmaculada y de la Virgen de Guadalupe. Debemos hacer notar que el florecimiento del culto a la Santísima Virgen María en México es en el siglo XVIII,época de la construcción del Santuario.

En suma: la obra del venerado Padre Luis Felipe Neri de Alfaro, es un proyecto pastoral de evangelización para renovar al pueblo fiel según el espíritu del Concilio de Trento (1545-1563), concilio que en Europa y en América supo unir para expresar la fe que entregó Cristo a la Iglesia: la arquitectura, la escultura, la pintura, la orfebrería y los textiles, artes que al combinarse también en América lograron en México la hermosura del siglo XVII, el Siglo de Oro de la Nueva España.

Plano general del Santuario y Santa Casa de Ejercicios de Atotonilco. Año de 1883. 

Etapas constructivas

Entre 1740 a 1748, se erigió el Antiguo Cementerio y actual atrio del Santuario de Atotonilco. En ese mismo período fueron construidos los siete tramos de la nave principal del mismo Santuario así como el llamado Camarín de los Santos Apóstoles.

En 1785 se construyó la sacristía nueva. En 1766, la capilla de la Virgen del Rosario. Entre 1740 a 1748, la sala del Padre Alfaro. Entre 1759 y 1763, la Capilla de Belén. Entre 1740 a 1748, la Sacristía Vieja que es la actual capilla del Santísimo Sacramento. Entre 1748 a 1759, la capilla del Santo Cenáculo y dela Soledad.

En 1754, se construye la capilla de Loreto así como el Camarín de Loreto. Entre 1759 a 1763 la Gloria Escondida y la Capilla del Santo Sepulcro. En 1776 se construye la Capilla del Calvario, en 1876 la Santa Escuela de Cristo. En 1780, el portal de la casa de Ejercicios y en 1930 el Depósito de las Reliquias.

Monumento a Don Miguel Hidalgo y Costilla, Padre de la Patria,
a las afueras del Santuario y Santa Casa de Ejercicios.

El Santuario de la Patria

En la mañana del 16 de septiembre de 1810, el Padre Miguel Hidalgo y Costilla tomó de este santuario el estandarte de la Virgen de Guadalupe el cual presidió la lucha por un México independiente y por eso se le debe llamar a este lugar también "El Santuario de la Patria".

"Aquí buscó y encontró Miguel Hidalgo y Costilla,la visión mística y libertaria, el pendón primigenio de los mexicanos". La Virgen de Guadalupe fue la primera bandera del movimiento insurgente. Ya antes el anhelo de los criollos beligerantes del cabildo de la ciudad de México, había promovido en 1737 la publicación del Patronato Guadalupano contra la epidemia del tifus de 1736 a 1738 y votaron la erección dela Virgen de Guadalupe como escudo de armas de México.

Ello quedó consignado en la obra que promovió Juan Antonio de Vizarrón y Egarrieta, que se publicó en 1746 precisamente con el título "Escudo de Armas de México. Celestial protección de la nobilísima Ciudad de la Nueva España y de casi todo el Nuevo Mundo, María Santísima imagen del mexicano Guadalupe (José de Santiago Silva).

También en este Santuario de Atotonilco en Guanajuato, Estado Prócer de la Independencia de México, el 10 de Abril de 1802 se casó Don Ignacio de Allende y Unzaga con Doña María de la Luz Agustina de las Fuentes. El oficiante fue el doctor Don Victorino de las Fuentes. Fueron sus padrinos el teniente coronel Don Juan María Lanzagorta y Doña Manuela de Allende. Esto ocurrió ocho años antes de que el Padre Hidalgo abanderara a los insurgentes en este mismo Santuario, hoy Patrimonio de la Humanidad.

Pbro. Fernando Manríquez Cortés, autor del artículo


Bibliografía:
Atotonilco
José de Santiago Silva
Guanajuato, Guanajuato
1996