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Recordando a Mons. Jesús Humberto Velázquez Garay, II Obispo de Celaya./ FOTO: Eugenio Amézquita |
Eugenio Amézquita
El 24 de junio de 2013, dos días después del fallecimiento de Mons. Jesús Humberto Velázquez Garay, obispo emérito de Celaya y II Obispo de la Diócesis de Celaya, sentí la necesidad de rescatar algo propio de Don Jesús Humberto y escribirlo para dejarlo vivo en el Internet -como cariñosamente lo llamábamos- y encontré un pequeño librito escrito por Don Jesús Humberto, que el le dio el título de "Brújulas".
En ese entonces redactaba desde mi computadora que "se trata de una colección de felicitaciones dirigidas a varias sacerdotes que cumplieron 10 años de ordenados sacerdotes en el 2007. Los escritos nos dejan percibir el pensamiento, el corazón y el cariño paternal de Mons. Velázquez Garay por sus sacerdotes y especialmente por aquellos que él ordenó".
Quiero rescatar ese artículo y compartirlo con ustedes, recordando a alguien con quien tuve cercanía por mi trabajo periodístico y luego una cercanía siendo el obispo emérito, a pesar de la distancia por radicar él en su tierra natal, Culiacán, Sinaloa, y de vez en cuando visitar Celaya y muy especialmente -disculpen la franqueza- la Parroquia Nuestra Señora de la Salud, celebrar la Santa Misa y ser atendido por su "guardaespaldas" de confianza, el Padre Gilberto Rico Gómez, actual párroco de Catedral, y quien supo hacerle agradable la estancia a Don Jesús Humberto.
De ese librito "Brújulas", dejemos que las letras salidas de la mente y el corazón de quien fuera el II Obispo de celaya, se manifiesten:
Padre César Antonio:
Parece que fue ayer... y han pasado ya 10 años desde que el Señor te llamó "su amigo". deseo que esa Amistad haya arraigado en tu corazón de manera que sea la única razón de tu vida.
Te felicito y le pido a Él que te bendiga y a la Virgen Santa que te proteja siempre.
Tue hermano en el sacerdocio de Cristo.
Mayo de 2007.
Padre Sidney Anibal:
10 años de vivir el Sacerdocio de Cristo, cánsate, pero no te enfades.
Lo hermoso tiene su encanto y pasa: la belleza de Dios no pasa porque es eterna... el sacerdocio es para toda la eternidad y mientras más lo vivas te será más hermoso.
El trato con la Virgen te ayudará a perseverar con la alegría del primer día.
Muchas Felicidades.
Padre Manlio Nahúm:
Agradezco contigo a Dios por la confianza que tuvo para designarte para su servicio. Es una distinción que te ha ennoblecido desde hace 10 años y que tiene proyección eterna a pesar de nosotros.
Te felicito y deseo que sigas siendo muy fiel. Que la Virgen te proteja siempre.
Padre Martín:
Te felicito de todo corazón en este décimo aniversario de tu ordenación sacerdotal, día en que selló contigo, Jesús, su eterna amistad.
Lucha constantemente porque no se pierda ni se manche el Don que recibiste sin ningún mérito tuyo.
Que Dios te bendiga y la Virgen María sea siempre tu consejera y protectora.
Fraternalmente.
Padre Juan Rafael:
hace 10 años fuiste transformado en otro Cristo y esta gracia no se agota; el sacerdocio es eterno, explótala cada día en tu propio favor y en el servicio a los hermanos.
Te felicito y te expreso de nuevo mi afecto fraternal.
Mi oración a la Virgen por ti.
Padre Marcos Alejandro:
Un día como hoy, hace 10 años, el Señor abrió sus brazos para consagrarte con el sello eterno de su sacerdocio y ponerte como testigo fiel de su resurrección, mayor dignidad no puede haber.
Te felicito y me encomiendo en el mérito de tu ministerio.
Que la Virgen te proteja siempre.
Nota del redactor: Se trata del padre Marcos Mancera Ruiz, quien también ya goza de Dios. Cariñosamente Mons. Velázquez Garay lo llamaba "Gordo" y quien, en sus últimos días y lecho de enfermedad, el mismo Obispo emérito lo visitara y le alegrara el corazón, como nos consta a muchos.
Padre José Carmen del Socorro:
Mi
"Ranch", 10 años se cumplen hoy de estar ejerciendo el ministerio sacerdotal; el bien que vas derramando en las almas es la medida de tu amor a Cristo y del premio que Él prepara a los que son fieles. Vale la pena el esfuerzo. No te arrepientas nunca de haberle dicho "sí" y síguelo con fidelidad.
Que la Virgen sea tu protección en todo momento.
Te felicito de todo corazón. Recibe un fuerte abrazo de tu hermano sacerdote como tú.
Nota del redactor: Esta felicitación y la que sigue son algo inédito. Más de un seminarista de la época sabía que Mons. Velázquez Garay había dado la indicación de no poner apodos a los seminaristas. Con estas líneas que escribió de puño y letra, queda demostrado que quien hace la norma, la puede romper.
Padre José Guadalupe:
"Lupillo", el Señor te eligió hace 10 años para tenerte junto a Él, para tenerte como amigo, no le falles. El Don que recibiste conlleva la misión de santificar el mundo, comenzando por tu propia alma, tu familia y tu ministerio en la eternidad del sacerdocio de Cristo. Ámalo.
Que la Virgen te ayude. te felicito y te mando un abrazo fraterno.
Padre Constantino:
Ríndete a la gracia que recibiste hace 10 años y que ofreciste ser: Sacerdote de Cristo para siempre. Sé feliz, un ánimo contento vale más que una corona.
Que el Señor te bendiga y la Santísima Virgen siempre te proteja.
Recibe un abrazo afectuoso de felicitación.
Padre Lorenzo:
Te felicito alegremente por estos 10 años que llevas perseverando en el servicio de Dios, administrando y viviendo sus misterios, sigue así; el premio es eterno, como tu sacerdocio.
Que la Virgen te proteja.
Recibe un abrazo fraterno y afectuoso.
Padre Artemio:
El sacerdocio de Cristo que recibiste hace 10 años te da innumerables motivos para estar agradecido con el Señor. me uno a tu acción de gracias y te pido me recuerdes en tus Misas.
Muchas felicidades. Recibe un abrazote afectuoso y fraterno.
Nota del redactor: "y te pido me recuerdes en tus Misas"... ¡Que petición tan grande le dejó, Padre Artemio!
Padre Aureliano:
Cumples 10 años de haber recibido el Don del sacerdocio. El agradecimiento por tanto amor y por tanta confianza, es una manifestación de fe, de esperanza y amor. hazlo con alegría.
Yo te acompaño en espíritu.
Descansa en el regazo de María Santísima, nuestra Madre
Afectuosamente en Cristo.
Nota del redactor: La que sigue es una nota de Mons. Velázquez Garay al final de estas felicitaciones:
Esta fue una de las generaciones más nutridas a quienes el Señor me concedió la gracia satisfactoria de imponerles las manos y convertirlos en otros Cristos. Alabado sea.
Tomado de su librito "Brújulas"
Primera Edición
escrito por Mons. Jesús Humberto Velázquez Garay
500 ejemplares
Impreso el 2 de diciembre de 2009
con motivo del Año Sacerdotal