Eugenio Amézquita Velasco
-Clara de Asís, noble italiana, renunció a su riqueza para abrazar la pobreza evangélica junto a San Francisco.
-Fundó la Orden de las Damas Pobres, luego llamadas Clarisas, con vida de clausura y austeridad radical.
-Su regla fue la primera escrita por una mujer y aprobada por el Papa, centrada en la pobreza absoluta.
-Vivió en San Damián, donde escribió cartas y exhortaciones que revelan su mística y firmeza espiritual.
-Fue hija de Favarone di Offreduccio, noble caballero, y Ortolana, mujer piadosa que también abrazó la vida religiosa.
-Clara defendió la pobreza frente a presiones papales que querían suavizar su regla; nunca cedió.
-Se le atribuyen milagros como la multiplicación de panes y la visión de la misa desde su celda.
-Su cuerpo incorrupto fue hallado en 1850, y hoy se venera en la Basílica de Santa Clara en Asís.
-Fue canonizada en 1255, solo dos años después de su muerte, por Alejandro IV.
-Es patrona de la televisión, de las lavanderas, de las clarisas y de quienes buscan la pureza interior.
Santa Clara de Asís nació el 16 de julio de 1194 en Asís, Italia, en el seno de una familia noble. Su padre, Favarone di Offreduccio, era caballero feudal, y su madre, Ortolana, pertenecía a una familia devota. Desde joven, Clara mostró inclinación por la oración, la caridad y el desapego de los bienes materiales.
A los 18 años, inspirada por la predicación de San Francisco de Asís, huyó de su casa en la noche del Domingo de Ramos de 1212 para consagrarse a Dios. Francisco la recibió en la Porciúncula, cortó su cabello como signo de renuncia al mundo y la instaló en el monasterio de San Damián.
Fundación de la Orden de las Damas Pobres
Clara fundó la Orden de las Damas Pobres de San Damián, conocida posteriormente como las Clarisas. Esta comunidad femenina vivía en clausura, en pobreza absoluta, sin posesiones ni rentas, dependiendo únicamente de la providencia divina. La regla de vida se basaba en la de San Francisco, pero con adaptaciones para la vida monástica femenina.
La orden se expandió rápidamente por Europa, con monasterios en Italia, Francia, España y Alemania. Clara fue abadesa durante más de 40 años, guiando a sus hermanas con ternura y firmeza.
La Regla de Santa Clara
En 1253, Clara redactó su propia regla, que fue aprobada por el Papa Inocencio IV dos días antes de su muerte. Fue la primera regla monástica escrita por una mujer y aprobada oficialmente por la Iglesia. En ella se consagra la pobreza absoluta como camino de perfección evangélica, rechazando cualquier forma de propiedad colectiva o individual.
La regla incluye exhortaciones a la humildad, la obediencia, la oración constante y la fraternidad. Clara defendió esta forma radical de vida frente a intentos papales de suavizarla, manteniéndose fiel al espíritu franciscano.
Escritos y legado espiritual
Santa Clara dejó varias cartas y exhortaciones, especialmente dirigidas a Santa Inés de Praga, princesa que también abrazó la vida clarisa. En ellas se revela su profunda espiritualidad, su amor por Cristo pobre y crucificado, y su visión mística del alma como espejo de la divinidad.
Sus escritos han sido estudiados por teólogos y místicos como Edith Stein y Hans Urs von Balthasar, quienes destacan su claridad doctrinal y su fuerza interior.
Milagros atribuidos
Entre los milagros atribuidos a Santa Clara se encuentra la multiplicación de panes en el convento de San Damián, cuando no había suficiente alimento para las hermanas. También se le atribuye la visión de la misa proyectada en la pared de su celda cuando estaba enferma, razón por la cual fue declarada patrona de la televisión por Pío XII en 1958.
Otro milagro notable fue la protección del convento durante el ataque de los sarracenos en 1240. Clara tomó el Santísimo Sacramento y lo expuso en la ventana, logrando que los invasores se retiraran.
Muerte y canonización
Santa Clara murió el 11 de agosto de 1253, rodeada de sus hermanas. Fue canonizada por el Papa Alejandro IV en 1255, apenas dos años después de su muerte, en reconocimiento a su santidad y a la expansión de su orden.
Su cuerpo fue hallado incorrupto en 1850 y trasladado a la Basílica de Santa Clara en Asís, donde se venera hasta hoy. Su festividad se celebra el 11 de agosto en todo el mundo.
Fuentes consultadas
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