Irapuato, Gto., a 10 de mayo de 2025.- Con el objetivo de afectar lo menos posible la circulación de usuarios y habitantes de la zona por la cual se modernizará el bulevar Paseo de la Altiplanicie, mejor conocido como el bulevar a Villas de Irapuato, los cierres se harán de forma parcial, por lo que accesos y salidas no estarán distantes, para quienes se trasladen por esa área del municipio de Irapuato.
Aunque los trabajos comenzaron el viernes 9 de mayo, será a partir del próximo lunes 12 de mayo cuando iniciarán los cierres a la circulación, por lo cual personal de la Secretaría de Obra Pública (SOP), responsable de la obra, estableció un trabajo coordinado con las autoridades municipales, quienes serán las responsables de la operatividad de las alternativas viales que se ofrecerán a los usuarios, mientras la obra se encuentre en proceso.
Como parte de los acuerdos para el desarrollo de la obra y las modificaciones a la circulación vial, se contempla mantener el acceso a comercios y fraccionamientos con entradas provisionales que se ajustarán conforme avancen los trabajos.
Además, se llevarán a cabo acciones coordinadas con Tránsito Municipal, la Dirección General de Movilidad y Transporte, Junta de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Irapuato (JAPAMI) y otras dependencias, que darán lugar a la implementación de cuatro etapas de desvíos, con tiempos máximos de ejecución por etapa de entre 3 y 5 meses.
Como ya se dijo, el primer cierre está programado para iniciar el lunes 12 de mayo del presente año, el cual comprende el cuerpo sur en el tramo desde la glorieta de Villas, hasta el puente sobre el río Guanajuato, en donde se realizarán actividades de fresado (raspado) de la carpeta asfáltica existente; para ello el Municipio habilitó un camino de desvío, mismo que ha difundido como vialidad alterna.
Juan Pablo Pérez Beltrán, titular de la SOP mencionó que, con el inicio de los trabajos se cumple el compromiso anunciado por la Gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo, para modernizar el bulevar Paseo de la Altiplanicie, en el tramo del puente sobre el río Guanajuato hasta el inicio de la carretera Irapuato – San Cristóbal – Rancho Nuevo de la Cruz.
Explicó que la obra será ejecutada por la empresa Consorcio Ingenieros de Guanajuato S.A. de C.V., con una inversión estatal de 99 millones 995 mil 793 pesos, de acuerdo con el contrato firmado, la empresa deberá concluir los trabajos el 23 de abril de 2026.
El funcionario estatal señaló que, este proyecto contempla la construcción con concreto hidráulico de una vialidad tipo bulevar a 4 carriles vehiculares de 4.5 metros de ancho cada uno, con una longitud total de 1.488 kilómetros, en ambos sentidos, con ciclovía bidireccional de un ancho de 2 metros a lo largo del bulevar, para lo cual se realizarán trabajos de trazo y nivelación, construcción de terraplenes y rellenos, banquetas, guarniciones, losas, luminarias y el reforzamiento estructural de puentes mediante postensado.
Finamente dijo que, con esta obra, el Gobierno de la Gente reafirma su compromiso de mejorar la movilidad urbana de Irapuato, beneficiando a más de medio millón de personas y fortaleciendo la conectividad entre colonias, centros educativos, fraccionamientos y comunidades de la zona.
Guanajuato, Gto., a 10 de mayo de 2025.- Cada día, en los Centros Estatales de Prevención y Reinserción Social (Cepreresos) de Guanajuato, hay una madre que canta bajito una canción de cuna, que acaricia la frente de su hija dormida o espera, con la mirada puesta en la reja, una visita que a veces no llega.
La maternidad en prisión existe, aunque con otras formas y heridas. Algunas mujeres viven con sus hijas e hijos menores de tres años dentro de los centros penitenciarios. Otras mantienen el vínculo a la distancia, a través de cartas, llamadas o mensajes que viajan con sus familiares. Todas enfrentan el mismo reto: seguir presentes, aunque no puedan estar cerca.
Actualmente, cuatro mujeres en la entidad viven con sus hijas e hijos pequeños dentro de un centro penitenciario: dos niñas y dos niños distribuidos en los Cepreresos de Guanajuato capital, León y Valle de Santiago. Allí, las y los menores de tres años cuentan con estancias infantiles donde reciben atención integral brindada por personal capacitado en crianza positiva y desarrollo psicomotor.
Mayra, madre de una pequeña que vive con ella en el Ceprereso de Guanajuato capital, lo resume con ternura: “Desde que estoy aquí, he cambiado como persona… ya no quiero darle todo lo material a mis hijos, solamente quiero estar con ellos.” La mayoría de sus compañeras —cuenta— han sido una red de apoyo para ella y su hija. “La quieren mucho, la consienten.”
Otras mujeres mantienen su rol materno desde la distancia. Luisa, por ejemplo, aprendió a tejer dentro del penal. Sus muñecos fueron vendidos en la Feria Estatal de León. Con ese ingreso —más de lo que imaginaba— planea apoyar a su hija para su entrada a la preparatoria. “Yo dije: ya voy a tener dinero para que mi niña entre a la prepa. Si lo hice aquí adentro, también puedo salir adelante afuera”, asegura.
El Sistema Penitenciario del Estado de Guanajuato, bajo la instrucción de la Gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo, impulsa una estrategia de reinserción con enfoque humano, que incluye talleres de autoempleo, acompañamiento emocional, programas de educación y esquemas de apoyo en coordinación con distintas dependencias.
En el marco del Día de las Madres, se organizan actividades especiales en todos los centros penitenciarios –femeniles y varoniles- del estado para reconocer a quienes maternan en condiciones de reclusión, a quienes son madres y tienen a sus hijas e hijos fuera, y también a todas y todos los que recuerdan con amor a su propia madre. Estos espacios permiten fortalecer los vínculos familiares durante las visitas y crear momentos de conexión emocional que dignifican a las personas privadas de la libertad.
El director del Sistema Estatal Penitenciario, Julio César Pérez Ramírez, explicó que se trabaja en programas diferenciados para las madres privadas de la libertad, incluyendo acompañamiento psicosocial y apoyos económicos específicos en fase avanzada de gestión. “Ya les estamos dando todas las herramientas para que no haya retrocesos”, afirmó.
Y mientras eso ocurre, mientras los días se cuentan entre turnos, pañales o lágrimas, hay madres que siguen. Que resisten. Que esperan.
Como lo dice Mayra mientras su hija se acurruca en su pecho: “Cuando salga y pueda abrazar a mi hijo y a mi hija sin ningún obstáculo, les diría que pase lo que pase, ahí voy a estar con ellos, siempre.”
Y es que hay algo que ni el encierro, ni el tiempo, ni el arrepentimiento pueden borrar: el amor que resiste todo y que no deja de buscar un nuevo comienzo. Porque incluso en contextos de privación de la libertad, una madre sigue siendo luz.