Asistentes y participantes en el evento en la Universidad de Celaya
Eugenio Amézquita
La Universidad de Celaya, a través de sus diversas carreras en coordinación con el Comité Comonfort Pueblo Mágico y DOXIDI Corporativo DyM, crearon el primer Catálogo de Arte Basáltico 2020 que describe con precisión la obra artística, características y elementos propios de las obras creadas por los artesanos.artistas de este material en Comonfort y ampliable a otras partes del país.
Autoridades educativas de la Universidad de Celaya, entre las que se contaron el Dr. Francisco Moisés Mendoza Escobar, vicerrector del plantel en representación de la rectora Martha Aguilar Trejo; representantes de las áreas de las áreas de Vinculación, Negocios, Gastronomía y Turismo, reunidas en la Sala Audiovisual de Gastronomía de dicha Universidad con el presidente del Comité de Pueblo Mágico Comonfort, José Luis Revilla y representantes de DOXIDI, asociación de artesanos-artistas de roca basáltica de Comonfort, realizaron una reunión, donde también se contó con la presencia de Jorge Godínez, coordinador de Promoción Sector Construcción, Decoración y Artesanía de COFOCE -Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior del Estado de Guanajuato-, quien respondió a diversas inquietudes y les manifestó las posibilidades de llevar su trabajo y sus productos al extranjero así como la promoción de los mismos en diversos mercados, especialmente en los Estados Unidos.
Se contó también con la presencia y participación del maestro Martín Estrada, coordinador de las carreras de Turismo y Gastronomía de la Universidad Tecnológica de San Miguel de Allende.
El programa dio inicio a las 9:00 horas con la presentación de los integrantes de la comunidad y el Proyecto a través de Jesús Israel Hernández Mandujano.
Posteriormente, la intervención del presidente del Comité de Pueblo Mágico, José Luis Revilla donde se abordó una breve semblanza del Pueblo Mágico, Antecedentes Históricos del Molcajete y la Importancia de preservar el Molcajete.
Luego, la presentación de DOXIDI,con la Lic. Mayra Zamudio y representantes de la comunidad artesanal de Comonfort, grupo que abarca a más de 100 artesanos de los cerca de 200 que existen en este municipio. Se realizó una descripción de la marca colectiva DOXIDI, puntos importantes del proyecto y una descripción de la situación actual del sector artesanal.
Por su parte, el Chef César Sánchez, realizó la presentación del Primer Festival Manos Mágicas Comonfort Gto. 2020, para dar paso a preguntas y respuestas así como compartir un auténtico almuerzo tradicional comonforense, con la participación de cocineras y cocineros tradicionales, alumnos de Gastronomía de la Universidad de Celaya.
Entre los puntos abordados por DOXIDI estuvieron los relacionados al equipamiento para el desarrollo del trabajo artesano, la venta del producto y distribución; imagen corporativa, estándar de producción, asesoría jurídica para la explotación de la mina; desarrollo de escuela de artesanos-artistas, tienda o puntos de venta de artesanías de la asociación.
Logística para los recorridos turísticos en las áreas artesanales y gastronómicas. Estandarización de procesos en la cocina de molcajete así como asesoría y distribución nacional e internacional del producto.
Se destacó que DOXIDI es un Asociación Civil ya registrada ante las autoridades de SHCP y Relaciones Exteriores y cuenta con amplio reconocimiento.
VIDEO: Presentación del Catálogo de Arte Basáltico 2020
VIDEO: Entrevista a Jorge Godínez, de COFOCE
VIDEO: Entrevistas a las maestras Flor Ortiz y Rebeca Reyes, de la Universidad de Celaya
VIDEO: Entrevista a tres artistas basálticos de Comonfort
VIDEO: Entrevista a Don José Antonio Lugo Flores: el sabor hecho tamales en Comonfort
VIDEO: Una excelente cocinera tradicional de Comonfort
VIDEO: Dos jóvenes Chefs de Comonfort, en entrevista
VIDEO: Chef César Sánchez, motor en la difusión de la Gastronomía Comonforense
VIDEO: José Luis Revilla, presidente del Comité Comonfort "Pueblo Mágico", en entrevista
VIDEO: Entrevista al Maestro Martín Estrada, Coordinador de las carreras de Turismo y Gastronomía en la UTSMA
La coordinadora de Turismo y Gastronomía de la Universidad de Celaya, Maestra Flor Ortiz, anunció la realización del Curso-Diplomado de Cocina Navideña, a desarrollarse los días 16, 17 y 18 de diciembre, con duración de 15 horas, de las 9:00 horas a las 14:00 horas, en las instalaciones del plantel.
La catedrática coordinadora indicó que en tres sesiones, incluyendo recetario, se abordarán los más diversos platillos y sus formas de preparación.
Maestra Flor Ortiz
Primera sesión
En esta se abordará la elaboración de mousse; sopas, cocción de pavo con distintos rellenos, elaboración de gravy; pasteles a base de vino tinto.
Las recetas serán las de Mousse de queso azul y arándanos. Sopa de pimiento rostizado, pavo navideño glaseado con manzana, relleno de arroz salvaje con frutas secas relleno de hongos silvestres al vino tinto, gravy de manzana, pastel al vino tinto, vino caliente estilo holandés.
Segunda sesión
Para esta etapa se comprenderá la diferencia entre paté y mousse, utilización de especias para cremas, ensaladas europeas, cocción y marinado de carne de cerdo, elaboración de estofados y postres a base de huevo.
Las recetas serán las de paté de salmón y jamón navideño; crema de calabaza rostizada con enebro y cardamomo; Kartoffesalat: ensalada alemana, lomo de cerdo a la toscana, goulash y flan de turrón.
Tercera sesión
Correcta elaboración de sopas con chile, pastas rellenas, elaboración de salas a base de frutos secos, técnicas de elaboración de filete Wellington, postres a base de chocolate y alcohol.
Las recetas serán las de rosca de alcachofa y pimientos, crema de jitomate con hinojo y queso de cabra, canelones navideños rellenos de espinacas, hongos y bañados en salsa de nuez. Filete Wellington servido en salda de vino tinto, tronco navideño relleno de ganache de cerezas negras al whisky.
Uno de los carritos de Navidad y Posadas en el siglo XX./ FOTOS: Cortesía Rafael Soldara Luna
Eugenio Amézquita
En Celaya, hace casi 200 años, Fray Mariano Sánchez OFM, entonces guardián del Templo de San Francisco, ideo una forma simple y sencilla de evangelizar a la población en la época navideña: sacar un carrito con escenas de la época decembrina, a fin de sensibilizar a la población en el Nacimiento de Jesucristo, el Niño Dios.
El actual guardián del Templo de San Francisco, Fray Arturo Ríos Lara OFM, sucesor y depositario de esta tradición ideada por su centenario antecesor, así como el Pbro. Rogelio Segundo Escobedo, rector del Templo de la Virgen de Guadalupe de Tierras Negras y el historiador Lic. Rafael Soldara Luna, coordinador del Museo de Celaya, Historia regional, salieron al rescate de esta tradición y este domingo 15 de diciembre, saldrá nuevamente el carrito, como hace dos siglos, a recorrer las calles de los 9 barrios antiguos que componen la ciudad, contándose con el apoyo de los párrocos que atienden los mismos.
El padre Guardián de San Francisco indicó que la tradición iniciada por Fray Mariano Sánchez empleaba básicamente los días 24 y 25 de diciembre para hacer el recorrido, dado que en ese entonces Celaya era una población pequeña. Ahora, la pretensión es no solamente recorrer estos barrios, sino promover la tradición por toda la ciudad, que actualmente cuenta con más de 20 parroquias y dos cuasiparroquias, buscando tentativamente, que cada parroquia y sus colonias promuevan su propio carrito y posteriormente, en un día determinado, efectuar un desfile o procesión con todos los representativos de la ciudad.
Y es obvio que el depositario de la tradición, el Guardián del templo de San Francisco es quien cuenta con la autoridad para hacer los ajustes necesarios para que dicha tradición cumpla los fines, metas y objetivos por la que fue creada en 1840: La Evangelización.
Sin embargo, para esta ocasión, la tradición llevará el recorrido desde el día 15 de diciembre, comenzando en el templo de San Francisco para seguir por el Barrio del Zapote, hasta su templo parroquial de Nuestra Señora dela Asunción.
La escena para ese día en el carrito que presentará el templo franciscano será "La Anunciación", con el doble significado del anuncio de la Encarnación por el Arcángel Gabriel y el inicio del anuncio de las fiestas navideñas, para que al día siguiente, la escena sea San José y la Virgen María embarazada, buscando posada.
Continuaría por el Barrio de San Antonio, Santiaguito, Tierras Negras, Santo Cristo, San Miguel, San Juan Bautista, Tierra Blanca y La Resurrección, hasta donde el proyecto marca para este año 2019 y que crecerá, con el favor de Dios, en el 2020.
La historia de los carritos de Navidad y Posadas
Luis Velasco y Mendoza, historiador celayense y autor de la obra "Historia de Celaya, narra en sus tomos II, III y IV, detalles significativos de esta tradición.
Cita el celayense que "el franciscano Fray Mariano Sánchez, que se había distinguido en la población por su dinamismo y amplio espíritu de caridad, ya que para entonces había hecho que se terminara la suntuosa fachada del templo de San Francisco, ocupándose en seguida de que fuera
derribada la antigua cúpula que tenía el mismo templo, para reemplazarla con la que ahora luce; había reparado la casa y la iglesia de la Compañía, estableciendo allí una casa de Ejercicios y una Santa
Escuela; había prestado su eficaz ayuda al Hospital de Curaciones de San Juan de Dios; y había hecho construir muchas pequeñas casas destinadas para habitación de gentes pobres y menesterosas, en la calle que después llevó su nombre llamándose del "Padre Sánchez" (hoy 3ª de Allende); deseoso de dar mayor auge y esplendor al "Rosario de Navidad" que tenía verificativo durante las nueves noches que preceden al 24 de Diciembre, en cuya ocasión se acostumbraba llevar por las calles un carro adornado en el que iban colocados los "Santos Peregrinos", que era conducido en procesión hasta cada uno de los barrios de indios que rodean a Celaya, mientras que en el recorrido se rezaba el "Rosario" con el que se cantaban villancicos y letrillas al son de panderetas y pitos de aguinaldo; decidió representar en carros alegóricos algunas de las invocaciones de la "Letanía Lauretana" y escenas bíblicas; y como lo pensó así lo hizo ayudado eficazmente por el Ayuntamiento y por algunos vecinos acomodados, que se echaron a cuestas el compromiso de vestir los referidos carros".
El Bautismo del Señor./ FOTO: Cortesía Rafael Soldara Luna
"Así pues, en la Navidad de 1840, tuvo verificativo el primer desfile de estos carros alegóricos, en los que las personas encargadas de arreglarlos desplegaban todo su ingenio, asesorados por el escultor Don Longinos Núñez, no escatimando gastos en el adorno y confección que aquél les sugería; y en esa forma, tenían fama y eran admirados por los celayenses y sus visitantes: "El Paraíso", "La Torre de David", "La Fuente de la Gracia", "La Estrella de los Mares", "El Espejo de Justicia", "La Ciudad de Sión", "La Casita de la Virgen", "La Cabaña de los Pastores", "El Nacimiento", etc., etc., seguidos por la comitiva de los Reyes Magos con su recua de mulas cargadas con cofres y barriles dorados; llegando con los años este desfile a alcanzar un gran renombre y celebridad, pues hubo vez en que llegó a treinta el número de carros que hacía el recorrido por las calles, y para fines del Siglo ya era complementada esta fiesta con una famosa feria, en la que no faltaban las corridas de toros, las peleas de gallos, los bailes populares y el juego en la "Partida" de grandes sumas de dinero".
Las revoluciones y el daño a la tradición
"Las revoluciones, y sobre todo la última, a pesar de las exacciones y de la pérdida de vidas, alcanzaron en medio de esos males hacer evolucionar las costumbres de los habitantes de Celaya, consiguiendo que con el cambio se acabara en ellos para siempre el carácter campirano y sencillo de los tiempos coloniales; pero aunque se logró encauzar su vida hacia el progreso, también es cierto que mucho se perdió en la emotividad y tradicionalismo de la población, pues la lucha sectaria al acabar entre otras cosas, con las celebraciones religiosas que antaño habían constituido el gozo del vecindario, borró con su supresión una de las características que habían sido más notables en la existencia de la ciudad, en parte por la divergencia de ideas que brotó hasta en el seno de las familias, y en parte por la dura represión de las nuevas autoridades, que se mostraban cada vez más celosas por hacer efectivos los preceptos reformistas de la Constitución del año de 57; por cuya razón hasta el desfile de carros alegóricos que, desde el año de 1840, se venía acostumbrando sacar en la Navidad, había perdido mucho en su presentación y lucimiento; y ya ni los indios organizaban tampoco aquellos ruidosos festejos que en otros tiempos preparaban en la solemnidad de la Santa Cruz, en las de sus Santos patrones y cuando las Juras de los Reyes, pues que habiendo sido muchos de ellos obligados a ingresar en los ejércitos contendientes, volvieron en su mayoría al hogar, ya con nuevos hábitos y manera de ser, que adquirieron en tierras extrañas y en la vida de los campamentos".
En 1876, en Celaya se respiraba tranquilidad luego de la reforma y el jacobinismo existente. "Así estaban las cosas, y se disfrutaba en la ciudad de las ventajas proporcionadas por el renacimiento que allí se operaba, tanto que hasta se hacían ya grandes preparativos para que las fiestas de "Navidad" resultaran más suntuosas que en años anteriores, tomando parte las familias en el arreglo de los carros alegóricos que habrían de desfilar, mientras que los comerciantes se disponían a obtener ganancias de importancia en la feria que tenía verificativo con ocasión de los mismos festejos".
En 1902, "se conservaba sí, algo de lo de antaño, sobre todo en sus fiestas; y en las de "Navidad" no dejaba de salir el tradicional desfile de carros alegóricos, que había llegado entonces a alcanzar una inusitada importancia por su número y por lo vistoso de su arreglo".
"En 1906, Siguieron los festejos para el Gobernador Joaquín González Obregón, y el 23 de diciembre se le ofreció un nuevo Banquete en el interior del mercado que se acababa de inaugurar; por la tarde asistió a una gran corrida de toros, en la que lidió el matador "Reverte Mexicano", y por la noche presenció el famoso y espectacular desfile de "carros alegóricos", que eran el número más gustado de las fiestas de "Navidad", desde que a mediados del pasado Siglo se celebraban en Celaya; volviendo a ver ese paseo el 24, día en que hubo otra corrida de toros, en la que alternaron los diestros "Bonarillo" y "Jaqueta", y el 25 en que también tuvieron verificativo unas "carreras de caballos" y una lucida "Kermés" en el nuevo mercado que tenía su nombre por divisa".
Los carritos y las escenas que se presentaban a principios del siglo XX
"Y aunque de las fiestas populares, con la aplicación de las Leyes de Reforma, se habían proscrito por completo aquellas suntuosas procesiones que antaño constituían la delicia de los habitantes, en cambio se hacía ya muy lucida la celebración patriótica del "16 de Septiembre", no dejándose de solemnizar el día de la "Purísima Concepción", Patrona de la ciudad; y también en ese entonces, la semilla tradicional y romántica que había sembrado en Celaya la inventiva del religioso franciscano, Fray Mariano Sánchez, germinaba de manera aparatosa con la restauración del desfile de carros alegóricos, que con pasajes bíblicos, salía en la "Navidad"; y que por sí solo constituía la mayor atracción de la feria que entonces se organizaba".
"La gente se arremolinaba en espera de la procesión de carros alegóricos, en el que la ciudad ponía todo su orgullo y entusiasmo. Para su arreglo, los Ayuntamientos no escatimaban su cooperación; pues todo lo contrario, aunque las familias se ocupaban de la confección de muchos de ellos, el Cuerpo municipal también participaba en la compostura, y "vestía" varios de los más bonitos y elegantes que desfilaban en la simbólica procesión. Algunas veces su número fue hasta de veinticinco y treinta carros, entre los que nunca faltaban: "el Paraíso", "la Ciudad de Sión", "la Cabaña", "la Fuente de la Gracia", "la Torre de David", "la Estrella de los Mares", "la Casita de la Virgen" y "el Nacimiento"; a los que seguían los Reyes Magos, jinetes en buenos caballos, ricamente enjaezados, a cuya retaguardia iba la llamada "recua" que, en cofres y barriles dorados, simulaba llevar los regalos que los Magos de Oriente iban a ofrecer al "Niño Dios" que acababa de nacer".
"En los últimos meses del año de 1917, en Celaya el tiempo iba poniendo de relieve el carácter ligero y jovial de los habitantes, pues aunque no faltaban motivos de inquietudes porque la paz aun no se
restablecía del todo en la República, algunos de los vecinos apoyados por el Ayuntamiento, se preparaban ya a reimplantar las fiestas de "Navidad", que hacía tres o cuatro años no se celebraban; con el aplauso de las clases populares, que en medio de las estrecheces y necesidades por que habían tenido que pasar, conservaban siempre latente el irrefrenable deseo de divertirse".
Nuevamente, las revoluciones demeritan la tradición
En 1918, narra el historiador Velasco y Mendoza, fueron atrapados unos forajidos que asolaban la región, "pudiéndose entonces celebrar las fiestas de "Navidad" de aquel año, en un ambiente en que el donaire de las conversaciones y el bullicio entre las gentes le daban su mejor y más simpática fisonomía a la ciudad".
"Aunque no con el esplendor acostumbrado en la época de la "Dictadura", el 24 y 25 de Diciembre salió el desfile de carros alegóricos, que desde tiempos pretéritos constituían el mayor incentivo de esas fiestas; pues como no se consiguió que las autoridades permitieran la representación de pasajes bíblicos en la confección de esos carros, el paseo resultó a la postre muy deslucido, porque no fue sino un remedo del atrayente desfile que salía cuando la ciudad disfrutaba de una floreciente situación, ya que no fueron sino unos cuantos carros los que se pudieron arreglar, simbolizando al "Comercio", "la Industria", "las Artes" y algún otro motivo del conjunto de ramos que constituyen la riqueza del país; y eso, con tan poco gusto y mezquindad en su confección, que a las claras ponían de manifiesto la estrechez de recursos en que entonces se vivía, resultando unos verdaderos adefesios, a pesar de que en ellos iban las señoritas más agraciadas de la población".
Ya en el último tercio del siglo XX, la Srita. Sara Montoya Patiño, tomó para sí la organización de los carritos, con alguna participación de parroquias y barrios. Sin embargo, casi 200 años después, la tradición regresa a sus orígenes, siendo precisamente el depositario del mismo, el Guardián del Templo de San Francisco, sucesor de aquél Fray Mariano Sánchez que tuvo la inspiración de hacerlo de manera devota y organizada, sumando a los barrios de la ciudad primero, y luego, en una planeación adecuada y dialogada con los párrocos y rectores de templos, llegar a toda la ciudad para recuperar ese lustre que los celayenses supieron darle a lo largo de casi dos siglos.