El próximo 2 de enero dará inicio el novenario por las Fiestas Patronales del Barrio de Tierras Negras, celebrándose también los 20 años de la coronación de Santa María de Guadalupe de Tierras Negras así como el 35 aniversario de la Semana Cultural, con 170 años de tradición de este barrio, originario de la época de la colonia en Celaya.
El padre Rogelio Segundo Escobedo, rector del Templo de la Virgen de Guadalupe de Tierras Negras, indicó los detalles del programa, tanto en su parte religiosa como en su parte cultural.
Actividades religiosas
El sacerdote de la Diócesis de Celaya indicó que la novena a la venerada imagen se realizarán partir del 2 de enero y hasta el 11 de ese mismo mes, a las 18:00 horas.
El jueves 2 de enero corresponderá a la Calle de Abasolo No. 905.
El día viernes 3 a la calle de Doctor Lucio.
El sábado 4, a la calle de Aztecas No. 522.
El domingo 5, a la calle Ramos Millán No. 134.
El Lunes 6, a la colonia Las Américas, en la Primera Privada de Américas No. 109.
El martes 7, a la calle Santos degollado, en el Número 146.
El Miércoles 8, a la calle Mariano Jiménez No. 460
El jueves 9 de enero, al Mercado de Cañitos.
El Viernes 10 de enero, en el Templo del Barrio.
El sábado 11 de enero, a los peregrinos.
El 5 de enero se desarrollarán Primeras Comuniones a las 12:00 horas, mientras que el 12 de enero, a las 17:00 horas, Confirmaciones presididas por Mons. Benjamín Castillo Plascencia, obispo de Celaya.
Actividades Culturales
El padre Rogelio Segundo añadió que el día 1o. de enero se efectuará la Anunciación de la festividad a las 17:00 horas.
El viernes 10 de enero, a las 13:00 horas, entrada de Bandas "2 Coronas" y "Banda Medalla".
El sábado 11, a las 13:00 horas llegada de Peregrinaciones. A las 17:00 horas, recorrido de la Virgen por las calles del Barrio y a las 21:00 horas, Velación.
En la Festividad
El domingo 12 de enero, a las 5:00 horas, las tradicionales Mañanitas con "Los Reyes de Santa Cruz" y a las 6:00 horas, Santa Misa de Gallo. A las 12:00 horas, Misa de Enfermos y regreso de la venerada imagen a su altar.
A las 17:00 horas, COnfirmaciones presididas por Mons. Benjamín Castillo Plascencia, obispo de Celaya. A las 19:00 horas, presentación del Coro "Amigos de Jesús" y a las 20:00 horas, Danzita de Niños.
En los días de la Octava
El lunes 13 de enero de 2020, a las 19:00 horas, Grupo de Danza Independiente "Otomitl" y "Jurhiata Cutzi".
El Martes 14, Grupo de Música versátil "Eufonía".
El Miércoles 15 de enero, Rondalla "Romance de Celaya" y Estudiantina Celayense y sus chicos malos.
El jueves 16, presentación de la Academia de Danza Clásica "Cerritos" y Grupo Representativo e la sección primaria del Instituto Celayense.
El Viernes 17, a las 19:00 horas Grupo Versátil "El Reto" y a las 19:00 horas, en el atrio, la Banda San Juan Bautista.
El sábado 18 a las 12:00 horas, Circuito de Bandas de la Región Sur. A las 19:00 horas, Ballet Folclórico "Tumbiecha Uaharecha", de Ziracuaretiro, y a las 19:00 horas, el grupo "Costa Azul", en el atrio del templo.
El domingo 19, a las 7:30 horas, Carreras Pedestres, realizándose inscripciones e informes con el Profr. Gerardo al (461) 106 14 88.
A las 10:00 horas, Carreras ciclistas en la Deportiva Norte "27 Aniversario".
También a las 10:00 horas, Grupo de Danza Azteca Tepochcalli" y a las 19:00 horas, Bandas de Viento "Coyote" y Banda Juvenil del Barrio de Tierras Negras.
El lunes 20, a las 9:00 horas, Misa del Bendito.
El Padre Segundo Escobedo hizo extensiva la invitación a estas tradicionales fiestas a toda la población tanto de Celaya como de la región.
Interior de la cúpula del Santuario de Atotonilco./ FOTO: Eugenio Amézquita Velasco
Eugenio Amézquita
ATOTONILCO, GTO.- "Hablar de Atotonilco es hablar de la Gloria de Dios que se hizo piedra", reconoce el Pbro. Fernando Manríquez Cortés, párroco de la Parroquia Jesús Nazareno, que tiene su templo en el Santuario de Atotonilco.
Señala que "Todos sabemos que un patrimonio es el conjunto de bienes adquiridos por herencia familiar y otro origen. Pero le llamamos de la humanidad a los monumentos, espacios naturales, ciudades, etc., considerados de tan gran valor que son reconocidos y se sujetan a un régimen especial para preservarlos como un tesoro incalculable".
"-Hablar de Atotonilco es hablar de la Gloria de Dios que se hizo piedra, pintura mural, escultura y cuadros de caballete en el proyecto del Padre Alfaro que fue la niña de sus ojos en los 36 años de plenitud de su vida después de los 11 años que dejó en San Miguel el Grande (son obra suya la iglesia de Nuestra Señora de la Salud, la"poética y pequeña Capilla del Calvario al terminar una cuesta", comenta el P. Bravo Ugarte S.J.)."
"-Hablar de Atotonilco es siempre gratificante. A diario escucho comentarios de toda clase de personas que, admiradas, expresan la belleza de este espacio creado para el pueblo de Dios y para todas las personas que pueden sentir el gozo de aquello que define Santo Tomás como esplendor de la forma y más concretamente del arte como creación del hombre que hace resplandecer su idea a través de la materia; y lo más hermoso que ese esplendor siga deslumbrando hoy y siempre a las siguientes generaciones".
"-Hablar de Atotonilco es afirmar que nada procede de la nada. Hay que beber en las fuentes de la tradición para sentir a fondo nuestro país y sus raíces ancestrales".
"-Hablar de Atotonilco es acercar a las generaciones de hoy a la belleza con la que hace 2000 años se ha manifestado nuestra fe, y que para México desde el siglo XVI hasta llegar al esplendor del siglo de oro del barroco en el siglo XVIII virreinal, se pudo consolidar el patrimonio cultural y religioso del pueblo mexicano que hoy debemos seguir custodiando como memoria de nuestra identidad a la que hay que acudir para apostar por nuevos pasos hacia el mañana e integrarnos social y culturalmente afianzados en nuestras raíces; creando belleza en nuevos lenguajes artísticos para el tercer milenio, conociendo y amando nuestro pasado, porque no recuerdo bien si lo dijo Dalí u otro artista del siglo XX: Todo lo que no provenga de la tradición, es plagio".
"-Hablar de Atotonilco es recuperar nuestras raíces cristianas en fecundo diálogo con otras religiones y creencias, superando los límites humanos como ventana abierta al cielo evocando la trascendencia. Ya lo dijo el escrito Gabriel Magallanes: Occidente debe volver a mirarse en su espiritualidad como alternativa al laicismo ciego de la actualidad que ha eliminado el horizonte personal de la eternidad. Y tiene razón, porque sólo la eternidad nos vuelve humanos en el sentido más profundo de la palabra. ¿Por qué tanta violencia? Sin horizonte eterno no pasamos de animales carnívoros dotados de inteligencia. El único poder que construye es la fe, que se manifiesta en el amor".
"-Hablar de Atotonilco es hablar de honda espiritualidad y belleza estética como testamento y legado del Padre Alfaro. Todas sus poesías diseminadas en muros y bóvedas son la tinta enamorada de sus versos a lo divino".
Ubicación Geosatelital del Santuario de Atotonilco y de la Santa Casa de Ejercicios
Uno de los carritos de Navidad y Posadas en el siglo XX./ FOTOS: Cortesía Rafael Soldara Luna
Eugenio Amézquita
En Celaya, hace casi 200 años, Fray Mariano Sánchez OFM, entonces guardián del Templo de San Francisco, ideo una forma simple y sencilla de evangelizar a la población en la época navideña: sacar un carrito con escenas de la época decembrina, a fin de sensibilizar a la población en el Nacimiento de Jesucristo, el Niño Dios.
El actual guardián del Templo de San Francisco, Fray Arturo Ríos Lara OFM, sucesor y depositario de esta tradición ideada por su centenario antecesor, así como el Pbro. Rogelio Segundo Escobedo, rector del Templo de la Virgen de Guadalupe de Tierras Negras y el historiador Lic. Rafael Soldara Luna, coordinador del Museo de Celaya, Historia regional, salieron al rescate de esta tradición y este domingo 15 de diciembre, saldrá nuevamente el carrito, como hace dos siglos, a recorrer las calles de los 9 barrios antiguos que componen la ciudad, contándose con el apoyo de los párrocos que atienden los mismos.
El padre Guardián de San Francisco indicó que la tradición iniciada por Fray Mariano Sánchez empleaba básicamente los días 24 y 25 de diciembre para hacer el recorrido, dado que en ese entonces Celaya era una población pequeña. Ahora, la pretensión es no solamente recorrer estos barrios, sino promover la tradición por toda la ciudad, que actualmente cuenta con más de 20 parroquias y dos cuasiparroquias, buscando tentativamente, que cada parroquia y sus colonias promuevan su propio carrito y posteriormente, en un día determinado, efectuar un desfile o procesión con todos los representativos de la ciudad.
Y es obvio que el depositario de la tradición, el Guardián del templo de San Francisco es quien cuenta con la autoridad para hacer los ajustes necesarios para que dicha tradición cumpla los fines, metas y objetivos por la que fue creada en 1840: La Evangelización.
Sin embargo, para esta ocasión, la tradición llevará el recorrido desde el día 15 de diciembre, comenzando en el templo de San Francisco para seguir por el Barrio del Zapote, hasta su templo parroquial de Nuestra Señora dela Asunción.
La escena para ese día en el carrito que presentará el templo franciscano será "La Anunciación", con el doble significado del anuncio de la Encarnación por el Arcángel Gabriel y el inicio del anuncio de las fiestas navideñas, para que al día siguiente, la escena sea San José y la Virgen María embarazada, buscando posada.
Continuaría por el Barrio de San Antonio, Santiaguito, Tierras Negras, Santo Cristo, San Miguel, San Juan Bautista, Tierra Blanca y La Resurrección, hasta donde el proyecto marca para este año 2019 y que crecerá, con el favor de Dios, en el 2020.
La historia de los carritos de Navidad y Posadas
Luis Velasco y Mendoza, historiador celayense y autor de la obra "Historia de Celaya, narra en sus tomos II, III y IV, detalles significativos de esta tradición.
Cita el celayense que "el franciscano Fray Mariano Sánchez, que se había distinguido en la población por su dinamismo y amplio espíritu de caridad, ya que para entonces había hecho que se terminara la suntuosa fachada del templo de San Francisco, ocupándose en seguida de que fuera
derribada la antigua cúpula que tenía el mismo templo, para reemplazarla con la que ahora luce; había reparado la casa y la iglesia de la Compañía, estableciendo allí una casa de Ejercicios y una Santa
Escuela; había prestado su eficaz ayuda al Hospital de Curaciones de San Juan de Dios; y había hecho construir muchas pequeñas casas destinadas para habitación de gentes pobres y menesterosas, en la calle que después llevó su nombre llamándose del "Padre Sánchez" (hoy 3ª de Allende); deseoso de dar mayor auge y esplendor al "Rosario de Navidad" que tenía verificativo durante las nueves noches que preceden al 24 de Diciembre, en cuya ocasión se acostumbraba llevar por las calles un carro adornado en el que iban colocados los "Santos Peregrinos", que era conducido en procesión hasta cada uno de los barrios de indios que rodean a Celaya, mientras que en el recorrido se rezaba el "Rosario" con el que se cantaban villancicos y letrillas al son de panderetas y pitos de aguinaldo; decidió representar en carros alegóricos algunas de las invocaciones de la "Letanía Lauretana" y escenas bíblicas; y como lo pensó así lo hizo ayudado eficazmente por el Ayuntamiento y por algunos vecinos acomodados, que se echaron a cuestas el compromiso de vestir los referidos carros".
El Bautismo del Señor./ FOTO: Cortesía Rafael Soldara Luna
"Así pues, en la Navidad de 1840, tuvo verificativo el primer desfile de estos carros alegóricos, en los que las personas encargadas de arreglarlos desplegaban todo su ingenio, asesorados por el escultor Don Longinos Núñez, no escatimando gastos en el adorno y confección que aquél les sugería; y en esa forma, tenían fama y eran admirados por los celayenses y sus visitantes: "El Paraíso", "La Torre de David", "La Fuente de la Gracia", "La Estrella de los Mares", "El Espejo de Justicia", "La Ciudad de Sión", "La Casita de la Virgen", "La Cabaña de los Pastores", "El Nacimiento", etc., etc., seguidos por la comitiva de los Reyes Magos con su recua de mulas cargadas con cofres y barriles dorados; llegando con los años este desfile a alcanzar un gran renombre y celebridad, pues hubo vez en que llegó a treinta el número de carros que hacía el recorrido por las calles, y para fines del Siglo ya era complementada esta fiesta con una famosa feria, en la que no faltaban las corridas de toros, las peleas de gallos, los bailes populares y el juego en la "Partida" de grandes sumas de dinero".
Las revoluciones y el daño a la tradición
"Las revoluciones, y sobre todo la última, a pesar de las exacciones y de la pérdida de vidas, alcanzaron en medio de esos males hacer evolucionar las costumbres de los habitantes de Celaya, consiguiendo que con el cambio se acabara en ellos para siempre el carácter campirano y sencillo de los tiempos coloniales; pero aunque se logró encauzar su vida hacia el progreso, también es cierto que mucho se perdió en la emotividad y tradicionalismo de la población, pues la lucha sectaria al acabar entre otras cosas, con las celebraciones religiosas que antaño habían constituido el gozo del vecindario, borró con su supresión una de las características que habían sido más notables en la existencia de la ciudad, en parte por la divergencia de ideas que brotó hasta en el seno de las familias, y en parte por la dura represión de las nuevas autoridades, que se mostraban cada vez más celosas por hacer efectivos los preceptos reformistas de la Constitución del año de 57; por cuya razón hasta el desfile de carros alegóricos que, desde el año de 1840, se venía acostumbrando sacar en la Navidad, había perdido mucho en su presentación y lucimiento; y ya ni los indios organizaban tampoco aquellos ruidosos festejos que en otros tiempos preparaban en la solemnidad de la Santa Cruz, en las de sus Santos patrones y cuando las Juras de los Reyes, pues que habiendo sido muchos de ellos obligados a ingresar en los ejércitos contendientes, volvieron en su mayoría al hogar, ya con nuevos hábitos y manera de ser, que adquirieron en tierras extrañas y en la vida de los campamentos".
En 1876, en Celaya se respiraba tranquilidad luego de la reforma y el jacobinismo existente. "Así estaban las cosas, y se disfrutaba en la ciudad de las ventajas proporcionadas por el renacimiento que allí se operaba, tanto que hasta se hacían ya grandes preparativos para que las fiestas de "Navidad" resultaran más suntuosas que en años anteriores, tomando parte las familias en el arreglo de los carros alegóricos que habrían de desfilar, mientras que los comerciantes se disponían a obtener ganancias de importancia en la feria que tenía verificativo con ocasión de los mismos festejos".
En 1902, "se conservaba sí, algo de lo de antaño, sobre todo en sus fiestas; y en las de "Navidad" no dejaba de salir el tradicional desfile de carros alegóricos, que había llegado entonces a alcanzar una inusitada importancia por su número y por lo vistoso de su arreglo".
"En 1906, Siguieron los festejos para el Gobernador Joaquín González Obregón, y el 23 de diciembre se le ofreció un nuevo Banquete en el interior del mercado que se acababa de inaugurar; por la tarde asistió a una gran corrida de toros, en la que lidió el matador "Reverte Mexicano", y por la noche presenció el famoso y espectacular desfile de "carros alegóricos", que eran el número más gustado de las fiestas de "Navidad", desde que a mediados del pasado Siglo se celebraban en Celaya; volviendo a ver ese paseo el 24, día en que hubo otra corrida de toros, en la que alternaron los diestros "Bonarillo" y "Jaqueta", y el 25 en que también tuvieron verificativo unas "carreras de caballos" y una lucida "Kermés" en el nuevo mercado que tenía su nombre por divisa".
Los carritos y las escenas que se presentaban a principios del siglo XX
"Y aunque de las fiestas populares, con la aplicación de las Leyes de Reforma, se habían proscrito por completo aquellas suntuosas procesiones que antaño constituían la delicia de los habitantes, en cambio se hacía ya muy lucida la celebración patriótica del "16 de Septiembre", no dejándose de solemnizar el día de la "Purísima Concepción", Patrona de la ciudad; y también en ese entonces, la semilla tradicional y romántica que había sembrado en Celaya la inventiva del religioso franciscano, Fray Mariano Sánchez, germinaba de manera aparatosa con la restauración del desfile de carros alegóricos, que con pasajes bíblicos, salía en la "Navidad"; y que por sí solo constituía la mayor atracción de la feria que entonces se organizaba".
"La gente se arremolinaba en espera de la procesión de carros alegóricos, en el que la ciudad ponía todo su orgullo y entusiasmo. Para su arreglo, los Ayuntamientos no escatimaban su cooperación; pues todo lo contrario, aunque las familias se ocupaban de la confección de muchos de ellos, el Cuerpo municipal también participaba en la compostura, y "vestía" varios de los más bonitos y elegantes que desfilaban en la simbólica procesión. Algunas veces su número fue hasta de veinticinco y treinta carros, entre los que nunca faltaban: "el Paraíso", "la Ciudad de Sión", "la Cabaña", "la Fuente de la Gracia", "la Torre de David", "la Estrella de los Mares", "la Casita de la Virgen" y "el Nacimiento"; a los que seguían los Reyes Magos, jinetes en buenos caballos, ricamente enjaezados, a cuya retaguardia iba la llamada "recua" que, en cofres y barriles dorados, simulaba llevar los regalos que los Magos de Oriente iban a ofrecer al "Niño Dios" que acababa de nacer".
"En los últimos meses del año de 1917, en Celaya el tiempo iba poniendo de relieve el carácter ligero y jovial de los habitantes, pues aunque no faltaban motivos de inquietudes porque la paz aun no se
restablecía del todo en la República, algunos de los vecinos apoyados por el Ayuntamiento, se preparaban ya a reimplantar las fiestas de "Navidad", que hacía tres o cuatro años no se celebraban; con el aplauso de las clases populares, que en medio de las estrecheces y necesidades por que habían tenido que pasar, conservaban siempre latente el irrefrenable deseo de divertirse".
Nuevamente, las revoluciones demeritan la tradición
En 1918, narra el historiador Velasco y Mendoza, fueron atrapados unos forajidos que asolaban la región, "pudiéndose entonces celebrar las fiestas de "Navidad" de aquel año, en un ambiente en que el donaire de las conversaciones y el bullicio entre las gentes le daban su mejor y más simpática fisonomía a la ciudad".
"Aunque no con el esplendor acostumbrado en la época de la "Dictadura", el 24 y 25 de Diciembre salió el desfile de carros alegóricos, que desde tiempos pretéritos constituían el mayor incentivo de esas fiestas; pues como no se consiguió que las autoridades permitieran la representación de pasajes bíblicos en la confección de esos carros, el paseo resultó a la postre muy deslucido, porque no fue sino un remedo del atrayente desfile que salía cuando la ciudad disfrutaba de una floreciente situación, ya que no fueron sino unos cuantos carros los que se pudieron arreglar, simbolizando al "Comercio", "la Industria", "las Artes" y algún otro motivo del conjunto de ramos que constituyen la riqueza del país; y eso, con tan poco gusto y mezquindad en su confección, que a las claras ponían de manifiesto la estrechez de recursos en que entonces se vivía, resultando unos verdaderos adefesios, a pesar de que en ellos iban las señoritas más agraciadas de la población".
Ya en el último tercio del siglo XX, la Srita. Sara Montoya Patiño, tomó para sí la organización de los carritos, con alguna participación de parroquias y barrios. Sin embargo, casi 200 años después, la tradición regresa a sus orígenes, siendo precisamente el depositario del mismo, el Guardián del Templo de San Francisco, sucesor de aquél Fray Mariano Sánchez que tuvo la inspiración de hacerlo de manera devota y organizada, sumando a los barrios de la ciudad primero, y luego, en una planeación adecuada y dialogada con los párrocos y rectores de templos, llegar a toda la ciudad para recuperar ese lustre que los celayenses supieron darle a lo largo de casi dos siglos.
Existe un sitio con más de 250 años de existencia y que ha sido de acciones que han sido parte de la historia de nuestro país. Pero, sus orígenes, razón de ser y funciones se siguen manteniendo a nuestros días, una razón espiritual que sigue haciendo el bien en muchas almas no sólo de la región y del estado, sino del país y fuera de él.
"La Casa de Ejercicios Espirituales en Atotonilco, Gto., es un lugar de encuentro espiritual, pero real, con Nuestro Señor Jesucristo", narra el director de este lugar de espiritualidad, el Padre Raúl Ramírez Montoya.
Nuestro entrevistado, Pbro. Raúl Ramírez Montoya, director de la Santa Casa.
"En esta casa tenemos la oportunidad para reconocernos pecadores y arrepentirnos de nuestros pecados".
"Con toda razón le llamamos Casa Santa, casa del amor de Dios, casa del perdón y de la misericordia de Dios, pues en cada tanda de ejercicios espirituales vivimos las maravillas del amor de Dios, por el encuentro vivo con Nuestro Señor Jesucristo Resucitado, mediante la oración, la Eucaristía la predicación, la escucha de la palabra de Dios y la penitencia corporal".
"Podemos decir que en las tandas de ejercicios se vive una comunicación de vida cristiana y se continúa en la vida cotidiana", profundizó el sacerdote de la Diócesis de Celaya..
¿Cuál es el origen de la Casa de Ejercicios en Atotonilco?
"El Padre Luis Felipe Neri de Alfaro, nació en la Ciudad de México, D.F., el 25 de agosto de 1709, fue ordenado Presbítero el 11 de junio de 1733, en la Congregación de San Felipe Neri, en el Oratorio de San Miguel de Allende, Gto,", expresó.
"Construyó la casa de los ejercicios y el Santuario donde predicó la primera tanda de ejercicios espirituales el 11 de julio de 1765, a 25 personas, entre ellas, 12 personas pobres a quienes en suerte les dio el nombre de los 12 apóstoles", abundó.
"Así fundó la Casa de Ejercicios que el 11 de julio de 2015 cumplió su 250 aniversario", recalcó.
"El Padre Luis Felipe Neri de Alfaro siguió el método de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola (siglo XVI), cuyas meditaciones tienen la finalidad de perfeccionar la virtud y fortalecer el espíritu de la vida cristiana", citó.
"Y el Padre Luis Felipe Neri con su espíritu centrado en su amor profundo en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, nos quiso transmitir el asombro que él sentía ante el amor infinito de Dios por la obra de la redención. Y de esta manera llama a penitencia interna y externa para la reconciliación con Dios.
La Casa de Ejercicios de Atotonilco sigue siendo lugar de conversión para que los ejercitantes viviendo el gozo del encuentro con Nuestro Señor Jesucristo, sintiéndose amados y perdonados por Dios vuelvan a su familia y a su comunidad a compartir la alegría y la belleza del Evangelio con su misma vida cristiana", dijo.
¿Cómo se trabaja en la Casa de Ejercicios?
"Actualmente se realizan 32 tandas de ejercicios espirituales, de una semana de encierro, durante el año, 13 para varones y 19 para mujeres", puntualizó.
La tanda comienza el domingo a las 19:00 horas con la Eucaristía y termina el domingo siguiente con la Eucaristía a las 6:00 de la mañana.
"Un número aproximado de 40,000 personas participan cada año. Son personas humildes y de escasos recursos económicos en mayor número, pero también personas de mayores recursos y profesionistas", mencionó.
"Vienen de distintos Estados de la República como: Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Querétaro, Distrito Federal, Estado de México, Michoacán, Colima, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Sinaloa, Sonora, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y personas que radican en Estados Unidos", explicó.
"También nos visitan personas de comunidades indígenas: purépechas, náhuatlacas, otomíes y mazahuas", expresó.
"El equipo de sacerdotes de esta Casa te invitan a vivir estos ejercicios espirituales que realizamos en este lugar de encuentro con Cristo vivo y misericordioso", finalizó.