Eugenio Amézquita Velasco
El Papa León XIV, de nombre secular Robert Francis Prevost, nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, es el 267.º papa de la Iglesia católica. Como sumo pontífice, es el jefe de Estado y noveno soberano de la Ciudad del Vaticano.
De doble nacionalidad estadounidense-peruana, ya que nació en los Estados Unidos y se naturalizó peruano tras haber residido más de 30 años allí. Fue prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina desde enero de 2023 hasta abril de 2025.
El 8 de mayo de 2025 fue elegido papa con el nombre de León XIV,[5] convirtiéndose en el primero en tener doble nacionalidad, estadounidense y peruana. También es el segundo sumo pontífice procedente de América después de su predecesor, Francisco, y el primer angloparlante nativo desde Adriano IV.
Hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, descendiente de españoles y franceses asentados en Nueva Orleans, en el siglo XIX.
Realizó su formación secundaria en el Seminario Menor de los PP. Agustinos, donde se graduó en 1973. En 1977 obtuvo en la Universidad Villanova el grado en Ciencias Matemáticas, junto con una especialización en Filosofía. Al año siguiente obtuvo una maestría en Divinidad en la Unión Teológica Católica de Chicago. Mientras estuvo allí enseñó matemáticas en el Mendel Catholic High School, y trabajó ocasionalmente como profesor de física suplente en la escuela secundaria St. Rita of Cascia.
Posteriormente se trasladó a Roma para proseguir sus estudios en Derecho canónico en la Universidad Angelicum, donde obtuvo la licenciatura en 1984, y se doctoró con mención «magna cum laude» gracias a la tesis El rol del prior local de la Orden de San Agustín (1987).
Es políglota, pues habla inglés, español, italiano, francés, portugués, y lee en latín y alemán.
El 1 de septiembre de 1977 ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín de la Provincia Agustiniana de «Nuestra Señora del Buen Consejo» en San Luis. Realizó su primera profesión de votos religiosos el 2 de septiembre de 1978, y la profesión solemne el 29 de agosto de 1981. Su ordenación sacerdotal fue el 19 de junio de 1982, en Roma, a manos del arzobispo Jean Jadot.
Tras su ordenación fue destinado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Perú (1985-1986), siendo vicario parroquial de la Catedral y canciller de la diócesis.
Entre 1987 y 1988 fue promotor de la pastoral vocacional en Estados Unidos y director de misiones de la Provincia Agustiniana «Nuestra Señora del Buen Consejo» en Olympia Fields. Además, se dedicó a conseguir fondos económicos para las misiones de su provincia, en especial para la misión de Chulucanas.
A su regreso a Perú en 1988 fue enviado a la misión de Trujillo para ser el director del proyecto de formación común de los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí se desempeñó como prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).
En la arquidiócesis de Trujillo prestó servicio como vicario judicial (1989-1998) y profesor de Derecho canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor; también ejerció como director de estudios del mencionado centro de formación sacerdotal, y fue rector encargado durante un año.
Fue fundador de la parroquia Nuestra Señora de Monserrat (1992-1999) y de la Capilla Nuestra Señora, Madre de la Iglesia (Parroquia Santa Rita de Cascia), entre 1988 y 1999. En 1998 fue elegido prior provincial de su Provincia «Nuestra Señora del Buen Consejo» (Chicago), para asumir el cargo en marzo de 1999.
En el año 2000, Prevost permitió que el padre James Ray, sacerdote agustino, residiera en el convento de San Juan Stone en Chicago. Ray había sido suspendido del ejercicio del ministerio desde 1991 debido a acusaciones de abuso sexual de menores. En 2001 el Capítulo General Ordinario lo eligió como prior general. Fue elegido para un segundo mandato de seis años en 2007. Fue moderador del Instituto «Augustinianum» y responsable de las relaciones de su Orden con los dicasterios vaticanos.
De 2013 a 2014 fue director de formación en el Convento de San Agustín en Chicago, así como primer consejero y vicario provincial de la Provincia de «Nuestra Madre del Buen Consejo».
El 3 de noviembre de 2014 el papa Francisco lo nombró obispo titular de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo. El 7 de noviembre siguiente tomó posesión canónica de la Sede ante la presencia del entonces nuncio apostólico en Perú, James Patrick Green, y del Colegio de Consultores. Fue consagrado el 12 de diciembre del mismo año en la Catedral de Chiclayo, a manos del arzobispo James Patrick Green. El 26 de septiembre de 2015 el papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo.
El 26 de septiembre de 2015 el papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, y ese mismo año obtuvo la nacionalidad peruana. El 13 de julio de 2019, fue nombrado miembro de la Congregación para el Clero.
El 15 de abril de 2020 fue nombrado administrador apostólico sede vacante del Callao, cargo que ocupó hasta el 26 de mayo de 2021. El 21 de noviembre de 2020 el papa Francisco lo nombró miembro de la Congregación para los Obispos.
Desde marzo de 2018 hasta enero de 2023 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana, siendo también parte del consejo permanente, así como presidente de la Comisión de Educación y Cultura. También fue miembro del consejo económico y miembro de la dirección de Cáritas Perú.
El 30 de enero de 2023 el papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, elevándolo a la vez a la dignidad de arzobispo ad personam.
El 7 de febrero de 2023 fue nombrado miembro de la Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, y de los dicasterios para la Doctrina de la Fe, para las Iglesias Orientales, para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y para la Cultura y la Educación. El 25 de abril de 2023 fue nombrado miembro del Dicasterio para los Textos Legislativos, ad quinquennium et durante munere.
Fue nombrado cardenal por el papa Francisco durante el consistorio del 30 de septiembre de 2023, con el titulus de cardenal diácono de Santa Mónica.
El 4 de octubre de 2023 fue nombrado miembro de la Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, de los dicasterios para la Doctrina de la Fe, para las Iglesias Orientales, para el Clero, para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, para la Cultura y la Educación, para los Textos Legislativos y de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
El 6 de febrero de 2025 fue promovido a la orden de los obispos del Colegio Cardenalicio, asignándole la sede suburbicaria de Albano.
El 8 de mayo de 2025 el cónclave, integrado por 133 cardenales, alcanzó el consenso necesario en la cuarta votación, celebrada durante el segundo día de deliberaciones. A las 18:08 (hora local de Roma), la tradicional fumata blanca se elevó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando al mundo la elección de un nuevo papa.
Se convirtió en el primer papa perteneciente a la Orden de San Agustín en la historia de la Iglesia. Pese a que Eugenio IV y otros papas estuvieron vinculados estrechamente a la orden agustina, no fueron frailes agustinos.
Prevost eligió el nombre de León XIV, convirtiéndose en el 14.º papa con ese nombre y el 267.º en la historia de la Iglesia Católica. Este nombre evoca a papas anteriores como León I el Magno y León XIII, conocidos por su liderazgo y compromiso social.
En su primer discurso como Papa, León XIV expresó gratitud por el legado de su predecesor, el Papa Francisco, y dirigió un mensaje de paz a todos los pueblos. También se dirigió en español a su antigua diócesis en Perú, mostrando su cercanía con la comunidad latinoamericana.
El primer mensaje del papa León XIV
Esta noche, el Santo Padre León XIV, precedido por la Cruz, se asomó a la Logia externa de la Bendición de la Basílica Vaticana para saludar al pueblo e impartir la Bendición Apostólica “Urbi et Orbi”.
Antes de la Bendición, el nuevo Papa dirigió a los fieles las siguientes palabras:
¡La paz esté con todos vosotros!
Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo del Cristo Resucitado, el buen pastor que dio su vida por el rebaño de Dios. Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en vuestro corazón, alcanzara a vuestras familias, a todas las personas, dondequiera que estén, a todos los pueblos, a toda la tierra. ¡La paz esté con vosotros!
Esta es la paz del Cristo Resucitado, una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante. Proviene de Dios, Dios que nos ama a todos incondicionalmente. Aún conservamos en nuestros oídos aquella voz débil pero siempre valiente del Papa Francisco que bendecía Roma.
El Papa que bendecía Roma daba su bendición al mundo, al mundo entero, esa mañana del día de Pascua. Permítanme dar seguimiento a esa misma bendición: Dios nos ama, Dios los ama a todos, ¡y el mal no prevalecerá! Estamos todos en las manos de Dios. Por lo tanto, sin miedo, unidos mano a mano con Dios y entre nosotros, avancemos. Somos discípulos de Cristo. Cristo nos precede. El mundo necesita su luz. La humanidad requiere de Él como puente para ser alcanzada por Dios y por su amor. Ayúdennos también ustedes, unos a otros, a construir puentes, con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz. ¡Gracias al Papa Francisco!
Quiero agradecer también a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser Sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes, como Iglesia unida buscando siempre la paz, la justicia, tratando siempre de trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros.
Soy un hijo de San Agustín, agustino, que dijo: “con ustedes soy cristiano y para ustedes obispo”. En este sentido, podemos todos caminar juntos hacia aquella patria que Dios nos ha preparado.
¡A la Iglesia de Roma un saludo especial! [aplausos] Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, el diálogo, siempre abierta a recibir como esta plaza con los brazos abiertos. Todos, todos aquellos que necesitan de nuestra caridad, nuestra presencia, el diálogo y el amor.
Y si me permiten también, una palabra, un saludo a todos aquellos y en modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo.
A todos ustedes, hermanos y hermanas de Roma, de Italia, de todo el mundo queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cerca especialmente de aquellos que sufren.
Hoy es el día de la Súplica a la Virgen de Pompeya. Nuestra Madre María quiere siempre caminar con nosotros, estar cerca, ayudarnos con su intercesión y su amor.
Quiero también agradecer a todos los hermanos cardenales que me eligieron para ser Sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes, como Iglesia unida buscando siempre la paz, la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros.
Soy un hijo de San Agustín, agustino, que dijo: “con ustedes soy cristiano y para ustedes obispo”. En este sentido, todos podemos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado.
¡Un saludo especial a la Iglesia de Roma! [aplausos] Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, el diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza con los brazos abiertos. Todos, todos aquellos que necesitan de nuestra caridad, de nuestra presencia, del diálogo y del amor.
Y si me permiten también, una palabra, un saludo a todos aquellos y en particular a mi querida diócesis de Chiclayo, en Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo.
A todos ustedes, hermanos y hermanas de Roma, de Italia, de todo el mundo, queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cerca especialmente de quienes sufren.
Hoy es el día de la Súplica a la Madonna de Pompeya. Nuestra Madre María siempre quiere caminar con nosotros, estar cerca, ayudarnos con su intercesión y su amor.
Entonces me gustaría rezar junto a ustedes. Oremos juntos por esta nueva misión, por toda la Iglesia, por la paz en el mundo y pidamos esta gracia especial a María, nuestra Madre.
Dios te salve María… /DATOS: Wikipedia /FOTO: Metro News /Traducción Italiano Español: Inteligencia Artificial
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