Eugenio Amézquita Velasco
-La distinción Honoris Causa es un reconocimiento al trabajo y capacidad del Dr. Jiménez, no un título académico, lo que subraya su impacto trascendental.
-El Dr. Jiménez regresó al Tecnológico de Celaya en 1984 gracias al Ing. Agustín Vázquez Vera, impulsado por una profunda creencia: en México hay mucho talento que debe cultivarse.
-El ITC carecía de infraestructura y cultura de investigación y posgrado a su regreso, siendo necesario "picar piedra" para consolidar el área.
-Su gran logro se centra en la optimización del proceso de destilación industrial, reduciendo el consumo de energía, un reto global.
-Demostró con su equipo que los complejos sistemas Petliuk de destilación, sí podían ser operables y más eficientes que los sistemas clásicos.
-Las investigaciones del equipo del Dr. Jiménez llevaron al desarrollo de métodos de diseño para las columnas de destilación más eficientes.
-Fue un pionero mundial en documentar que las columnas de pared divisoria (TPDC), innovadoras en el ahorro energético, eran funcionales.
-Actualmente, el impacto de su trabajo se refleja en más de 100 columnas de pared divisoria instaladas y operando en Europa, ahorrando energía.
-Sus investigaciones surgieron como trabajos de tesis de sus estudiantes, quienes hoy son investigadores reconocidos mundialmente.
-El trabajo académico de Jiménez impulsó la creación de cuadros de investigadores capaces que replicaron programas de posgrado en México.
-La satisfacción más plena de su vida profesional es ser testigo del éxito de sus jóvenes talentos, mexicanos y extranjeros, formados en el ITC.
-Exalumnos y "nietos académicos" del doctor documentaron la obra de su grupo, confirmando su papel pionero en el campo de la destilación.
-Su investigación ha sido clave para que México figure en el área, siendo sus exalumnos líderes mundiales en publicaciones, incluso en la Universidad de Guanajuato.
-La investigación en Celaya demostró ser tan influyente que países como China se fijaron en el trabajo del Dr. Jiménez, impulsando sus propias publicaciones.
-El gran legado del Dr. Jiménez es la influencia en el sistema tecnológico nacional, consolidando la investigación y el posgrado desde el ITC.
El Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez, un "Orgullosamente Lince" del Tecnológico de Celaya (ITC), recientemente fue honrado con el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Guanajuato, una distinción que, más allá de lo académico, reconoce una trayectoria de trabajo y capacidad científica de décadas. Su historia profesional es un testimonio de la visión que transformó el panorama de la ingeniería química y la investigación en México.
Forjador de la ciencia y el talento en México
El reciente Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de Guanajuato al Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez, un orgulloso Lince del Instituto Tecnológico de Celaya (ITC), no es un simple reconocimiento curricular, sino el epílogo, aún inacabado, de una vida dedicada a la ciencia con un profundo sentido social y nacional. El Dr. Jiménez es, ante todo, un pionero, un forjador de la excelencia que se negó a creer en la mediocridad del destino científico para México.
Su regreso a Celaya en 1984, persuadido por el Ing. Agustín Vázquez Vera, fue un acto de fe. Dejó una "rimbombante" oportunidad en el primer mundo para enfrentar un instituto que, en sus propias palabras, no poseía "ni infraestructura ni cultura de investigación". Asumió la tarea de "picar piedra" con la firme convicción de que "en México hay mucho talento", una declaración que él mismo sostiene, no es un eslogan político, sino una verdad profunda que vio materializarse en sus alumnos.
El legado tangible del Dr. Jiménez se plasma en su trabajo de siembra científica en Ingeniería Química, particularmente en la optimización del proceso de destilación.
Su grupo fue el primero en demostrar la operatividad y superior eficiencia energética de los complejos sistemas Petliuk y las columnas de pared divisoria (TPDC), una tecnología que hoy se traduce en ahorros energéticos masivos con más de un centenar de unidades instaladas en Europa. Este logro no fue un accidente solitario, sino el producto de su visión como "guía y promotor" del talento local, convirtiendo tesis de posgrado en publicaciones de calibre mundial.
La satisfacción más plena del Dr. Jiménez no es la distinción que ahora recibe, sino ser testigo de cómo sus "hijos académicos" y "nietos académicos" son hoy líderes mundiales en investigación, con grupos que superan incluso a los chinos en los inicios de la publicación de estos temas. Él no solo construyó un departamento de ingeniería química; construyó un semillero de científicos que, a su vez, han replicado la misión en otras instituciones, consolidando el posgrado y la investigación a nivel nacional e internacional.
El Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez, un "Lince" que se negó a que el talento nacional se marchitara, es la prueba irrefutable de que la investigación rigurosa, el trabajo en equipo y la fe en el potencial humano son las verdaderas columnas que sostienen el progreso de una nación. Su misión, como bien apunta, "todavía no acaba", y su distinción es un merecido grito de reconocimiento a un esfuerzo que trascendió el laboratorio para influir en la eficiencia energética global y en la formación de las futuras generaciones de científicos mexicanos.
La transcripción de la entrevista completa al Doctor Arturo Jiménez
Eugenio Amézquita Velasco:
La verdad es que sí lo digo, lo digo como mexicano, lo digo como celayense, lo digo como guanajuatense, tengo el honor de estar nada más y nada menos que con la doctora Arturo Jiménez, doctor Honoris causa por la Universidad de Guanajuato, nuestra máxima casa de estudios universitarios. Pero estoy en el Tecnológico Nacional de México, o como lo conocemos muchos, el Instituto Tecnológico de Celaya, orgullosamente lince, nuestra máxima casa de estudios tecnológicos y me atrevo a decir de todo el estado de Guanajuato. Lo digo yo, eh. Acaba de recibir precisamente este reconocimiento. No es cualquiera el ser Dr. Honoris Causa. No es un título tanto académico, sino es el reconocimiento al trabajo, a la capacidad de este hombre que están viendo ustedes aquí. Y doctor, muchas gracias nuevamente, es un placer y un honor estar aquí con usted. Nos conocemos hace muchos años, 40, casi 40 años, nos conocimos jovencitos, así es. Este, ¿qué se siente, doctor? ¿Qué en su interior, en su corazón, en su ánimo, qué se siente, doctor? Gracias.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Bueno, eh, Eugenio, pues gracias por estar aquí, recordar desde aquellos tiempos de aquella relación, vamos a decir que agradable, sí sí sí, siempre fue agradable. Mire, es difícil poder expresar esto porque número uno, es algo sinceramente yo jamás me imaginé que podría ser digno de esta distinción. Es una distinción en general que reconoce la labor no solo científica, sino que conoce la pues humanidades, artes, hasta me atrevo a decir política, etcétera, deportes, pues bastante escritores que que realmente trascienden y alguna institución educativa de alto nivel les confiere una distinción, se llama doctorado honoris causa, por las contribuciones que han hecho en sus respectivos campos. Que no es un grado académico, no hay que estudiar para eso, es más, aquí entre nos, es más fácil estudiar para un doctorado que un honoris causa, que tener un honoris causa, porque para eso no se estudia. Eso es una, un producto de trabajo de pues de muchos años en el cual se fija una institución educativa de alto prestigio para poder otorgarle a un recipiendario esa distinción.
Y bueno, en ese sentido, el hecho de que esto se me ha conferido, pues es una emoción indescriptible, porque número uno, le digo, no imaginé yo que algún día lo iba a tener, le podría ampliar ya de tiempo por también otra razón. Simplemente es algo que no, yo creo que difícilmente una persona que empieza una labor académica científica en su vida tiene en la cabeza: "algún día voy a ser beneficiado, reconocido con un doctorado Honoris causa". ¿Puedo yo soñar con que algún día voy a hacer un doctorado? Claro, para simplemente pasar materias, hacer lo que se tiene que hacer una investigación y poder obtener el grado, como me pasó ya a muchos mis colegas. Pero a nivel internacional inclusive, pues hay gente muy capaz que pasa su carrera sin esta distinción y no quiere decir que que sea esencial para que alguien sea un buen científico, un buen escritor, etcétera, etcétera. Se tienen que dar no sé, algunas casualidades yo diría en la vida y esta de alguna manera se dio y alguien se fijó en mí, no lo esperaba, entonces cuando se me da esta noticia, pues fue una emoción como pocas he tenido en la vida.
Eugenio Amézquita Velasco:
Yo sé, se lo vi en el rostro, en la fotografía, se le nota, se le nota, no no lo ocultó. La verdad es que yo yo siempre he tenido al doctor Jiménez en un alto concepto y no es porque esté aquí. Les digo que ya tenemos 40 años de de no un trato directo pero de vernos, encontrarnos, cruzarnos en el camino, estar en eventos comunes, pero yo recuerdo a un joven de 30 años de edad, ya no hagan cuentas, 30 años de edad formando parte del equipo del Tecnológico Nacional, Instituto Tecnológico, primero Instituto Tecnológico Regional de Celaya y también Tecnológico de Celaya, en eventos de de ingeniería química, en eventos de de la semana de ingeniería química, muy unido. Y lo y los traigo, lo traigo a colación porque yo sé que para él también representa una gran personalidad de un ingeniero, Agustín Vázquez Vera, ¿no? Él, quien fue impulsor de muchas cosas muy interesantes que son base de este tecnológico, entre ellas el primer doctorado, el doctorado en ingeniería química. "¿Cuántas horas en el laboratorio?" dijo usted y me corrigió hace rato, no horas, no, años en laboratorios, sentado haciendo cálculos, cuando las Apple apenas estaban empezando a aparecer para hacer simulaciones de otras cosas.
Y sí quise publicar dos de sus investigaciones que están en están en instituciones de mucho calibre a nivel internacional. Su libro que está en Amazon, que también este pues creo que en algún lugar es hasta como de texto, lo usan como libro de texto. Estoy hablando de algo que que podía estar explicando por qué le dio en el doctorado. ¿Cuántos profesionistas no pasaron por usted como docente tanto en en licenciaturas como en posgrados? Pero también doctor, ¿cuántas horas dedicadas a la investigación y haciendo equipo con con extranjeros? Porque veo que las investigaciones fueron en equipo y creo que usted es la muestra de que sí se puede, que un joven de 30 años sí puede y obviamente tuvo que pasar años porque esto no es no es de la noche a la mañana, no se lo no son dulces, este, y que una institución como Universidad de Guanajuato con tanto prestigio, con tanto prestigio, si ya estaba hermanada ahora se hermana más porque un lince, un lince es doctor Honoris, así lo titulamos, un lince doctor honoris caus. Como lince, ¿qué le qué le llena esto, doctor? ¿Qué le qué le dice esto?
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Bueno, eh, vamos, amerita tal vez un un breve, una breve reseña de de mi vida en una en una parte muy importante que tiene que ver con el ingeniero Agustín Vázquez. Vamos a un corte y regresamos para que se nos haga no hacer un "chorizote".
Eugenio Amézquita Velasco:
Vamos a un corte. Estoy nada más y nada menos con el Dr. Honoris Causa, el doctor Arturo Jiménez, orgullosamente lince.
La segunda cápsula de la entrevista con el Doctor Honoris Causa, Dr. Arturo Jiménez
Eugenio Amézquita Velasco:
Estamos de regreso y nos decía el doctor que algo tiene que ver mucho el Dr. Agustín Vázquez Vera en esto del doctorado y este caminar y el este ser lince, un lince con doctorado Honoris Causa. Adelante, doctor. Gracias.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Bueno, lo comenté en la narrativa que expresé en la ceremonia respectiva en la Universidad de Guanajuato, eh, cuando yo me fui a hacer el doctorado después de una etapa de tres años como docente en este instituto, una vez que había obtenido la maestría en ingeniería química del Tecnológico de Monterrey, yo me fui jurando no volver. Hay cosas aquí que no me gustaron del sistema. Ah, el sistema tecnológico, creo yo que todavía debe crecer a otros niveles.
Eso es es otro tema que me gusta más, otra profundidad y otra nota profundidad, pero eh eh digamos que en ese momento pues no, yo sentí que no era para mí, ¿verdad? Yo tenía otras aspiraciones, tenía otros anhelos y este lugar con las políticas centrales que que había a nivel federal pues no era no era un lugar que me atrajera. Entonces yo me fui, yo renuncié y dije, "Yo no voy a volver, yo no voy a volver". Llegó el ingeniero Vázquez Vera, director entonces, me busca y bueno, para acabar pronto, me convence que tengo que pues que debo regresar o que conviene regresar al tema. Termina el doctorado y contra todos mis pronósticos personales altamente difundidos en ese momento de "no regresaré", pues regresé. Eso fue por Agustín Vázquez Vera, ¿verdad? Y y el asunto es que el instituto pues estaba en pañales en en aspectos de investigación, de posgrado.
Sinceramente, si usted me dice ¿qué había?, yo le puedo decir así a ciencia pura y de manera muy contundente: nada. No no hay infraestructura para hacer investigación, no hay una cultura por lo tanto de investigación. Claro, entonces era como se dice coloquialmente, picar piedra, y yo estaba consciente que eso venía a picar piedra. Entonces, ¿y por qué me viene entonces si la oportunidad en Estados Unidos era rimbombante, era espectacular, era tremendamente atractiva ir a insertarme a un al primer mundo, a un ambiente científico con retos muy interesantes? Y pues me vine porque yo creo, así lo he creído y así se ha notado y una vez más, como lo comenté en esa ceremonia, no estoy hablando como político, porque es muy fácil decirlo y la palabra ahí se queda. Estoy hablando como un docente, científico, académico, persona honesta que se ha ido forjando a través de sus valores, y uno de esos valores y esas místicas y esas creencias es: en México hay mucho talento. Insisto, no es un eslogan político, es algo que yo creo profundamente.
Eugenio Amézquita Velasco:
Usted ha tenido ese talento en sus manos con los alumnos a los que les ha dado. Clara, ahí se da cuenta.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Ese es el punto. Yo sabía que ahí existía porque ha pasado por sus manos ese talento, así es. Y luego me di a la tarea de pues tratar de influir para que las personas que yo viera con el talento, qué detalle tan especial, así es, eh, diles haz un posgrado, vete a hacer una maestría o un doctorado. A mí me pasó que yo cuando crecí, eh, no sabía lo que era un doctorado. Alguien que había pasado por ese camino en el Tecnológico de Monterrey fue la primera persona que me empujó para ver ese camino. Y ese camino es fabuloso para quien nos gusta la ciencia, nos gusta la investigación, investigación. Ahí el problema es que yo pensaba, como yo debe haber un buen número de de gente en mi país, sabiendo nuestra raíz cultural, nuestra raíz social, que no tiene el dinero para ir a prepararse a universidades caras.
Eugenio Amézquita Velasco:
Pero a ver, doctor, ¿de qué año estamos hablando? Estamos hablando del principio de los 80s, ¿verdad? O sea, o sea, estamos hablando hace 40 años, donde nada de las condiciones que estamos viendo ahorita de que te den una beca, que te vas a viajar, es más, casi te regalan el viaje. Estamos hablando...
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Correcto. 1984, enero, que regreso de este lugar. Esas son las condiciones, las perspectivas. Que es, hay talento, por eso regresé, para hacer equipo o hacer guía o hacer promotor de que ese talento se desarrollara.
Eugenio Amézquita Velasco:
Materia prima había entonces.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Así es, totalmente, y la seguía viendo y siempre la hay. Estaba convencido de ello. Y así fue. Entonces, empezamos pues a hacer la labor de consolidar un posgrado, de hacer un estudio para un plan de arranque de un doctorado, con todo el apoyo de Agustín Vázquez Vera. Eso se logra, y a través del tiempo, paso a paso, dijo un colega antier, eh, pues empezaron a construir lo que era el departamento de ingeniería química y que empezó a influenciar al Tecnológico Celaya y que empezó a influenciar al sistema tecnológico del país. Es nada más, nada más, por eso es grande el Tecno, por eso es grande el de Celaya.
Entonces, esto pues es lo que a mí me motivó a venir y lo que le puedo decir es que eh gente que ha pasado después a través de de este proceso de formación educativa, sobre todo lo voy a centrar a nivel de posgrado, porque es lo más notable hablando en ambientes científicos, en ambientes de investigación, que luego son investigadores independientes, que forman sus propios cuadros de investigadores capaces, que se dedican luego a motivar y a cultivar y a promover el talento que ellos a su vez ven en sus diferentes lugares. Personas que luego fueron a otros lugares a arrancar programas de posgrado, de maestría y de doctoradas, y que ahora son programas altamente reconocidos en México y fuera de México. Entonces, eso es lo que a mí me motivó para venir y eso es la satisfacción más plena de mi vida profesionalmente hablando, el haber visto y haber sido capaz de integrarme con un grupo de jóvenes talentosos mexicanos en su inmensa mayoría. Recientemente han llegado a mi grupo gente de sobre todo de Colombia que también han son personas excepcionales, y que yo sea testigo de lo que ellos han hecho ya después de de haberse formado aquí es realmente fabuloso, es algo que que a mí como persona y como profesionista me llena de manera tremendamente...
Eugenio Amézquita Velasco:
Misión cumplida, ¿no?
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Pero todavía no acabo, seguimos.
Eugenio Amézquita Velasco:
Vamos, vamos al corte, vamos al corte. Regresamos en esta, estoy fascinado con la entrevista. Vamos a un corte. Estoy con el doctor, con el doctor Honoris Causa, Dr. Arturo Jiménez, eh, orgullosamente lince, aquí en el Tecnológico Nacional de México, en esta entrevista. Yo soy Eugenio Amézquita y esto es Metro News y Guanajuato Desconocido.
Existe talento en México: Tercera parte de la entrevista al Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez
Eugenio Amézquita Velasco:
Estoy, es que le digo que estoy, bueno, utilizo una palabra, estoy como tonto escuchando, porque la verdad es que es, es que esta es la esencia del tecno, eh eh eh, estoy interpretando sus palabras. Usted lo que recibió fueron macetitas con tierra muy fértil y semillas muy buenas de calidad, no más había que cultivarlas, sí, cuidarlas, saquearlas, regarlas, sí, protegerlas y causar su su germinación. Bueno, pero íbamos a otro punto, sí, sí, sí, eh, y eso.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Es de que cuando dije que no hemos acabado es porque pues eh mi grupo de investigación eh pues todavía ahí está compuesto de individuos, hombres, mujeres altamente talentosos y talentosas. Por eso que no hemos acabado, porque ya hay muchos frutos de gente muy talentosa en diferentes lugares de México que han hecho una contribución espectacular para la ingeniería química de México y la educación en México.
Eugenio Amézquita Velasco:
En ese sentido, doctor, eh, yo creo que que bueno, no de ahorita, de siempre, ¿no? Eh, se hacen cosas de investigación, se hacen cosas en laboratorio, se hacen cosas en campo, y obviamente todo eso pues tiene un fin, ¿para qué estarlo haciendo? No se hace nada más así como que se me ocurrió, vamos a hacer un trabajo, no. No hay un fin, o sea, hay una necesidad en el campo de la industria, en el campo de la química, eh, no sé, eh, eh, en reacciones, reactivos, sustancias, tanta cosa que se puede hablar de la química. Eh, eh, y recuerdo que en algún momento en esas épocas de las que estamos hablando, hace 30, 40 años, ya el Tecno estaba dando algunos resultados de respuesta a necesidades específicas de la industria.
Eh, bueno, hasta yo recuerdo hasta hasta un trabajo con taninos que andaban haciendo por ahí con San Francisco del Rincón para los sombreros, creo que era algo, creo que estaban haciendo hasta sombreros con tanino, no recuerdo algo así como que me quiero acordar de aquella época. Pero, ¿qué trabajos de investigación, doctor, eh, eh, que usted diga: "Bueno, pues has visto esto y esto y ah, pues eso salió del tecno, ¿has visto esto?" "Ah, pues salió del tecno." Y se está aplicando en tal lugar. Algo que me pudiera platicar de su doctor, así como que mira, esto es lo que ha aterrizado nada más de estos todos estos años de investigación en ingeniería química aquí en el tecno. No sé, doctor, que me pudiera compartir algo de eso.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Claro, claro. Eh, le voy a poner nada más una muestra en ese aspecto. Primero, déjeme explicar que como científico, como investigador, eh, uno tiene pues la mente entrenada para ver problemas y buscar soluciones. Entonces, eh, eh, lo que uno hace no necesariamente tiene una aplicación inmediata como científico. Digamos, estamos viendo que hay necesidad, que hay este problema, que la energía se usa mucho, que es muy cara, que se desperdicia, etcétera. ¿Cómo podemos usar para ahorrar? ¿Cómo podemos usar para mejorar? Y entonces uno como científico se mete a cuestiones matemáticas, modelos, simulaciones, optimizaciones.
Entonces empieza a usar las herramientas técnicas que uno maneja y e inclusive puede uno aprender o puede uno desarrollar nuevas técnicas matemáticas para establecer en función de de esas ecuaciones que modelan un sistema físico, cómo se pueden resolver, porque a veces esa solución inclusive no es fácil y tiene uno que desarrollar una manera de una crear la solución, crear un algoritmo de solución, un método de solución. Bueno, entonces en ese aspecto, eh, en ese camino distingo pues el hecho de una consultoría de decir: "Okay, esta empresa tiene este problema. Entonces veo yo que la solución es inmediata, porque ya algo que yo sé se aplica acá", que me ha tocado pues establecer en en otras aspectos de la vida, pero lo que más a mí me apasiona es la ciencia en sentido de este problema, esta cosa que se ha hecho de esta manera y que vamos a poder buscar hacerla con esta otra para mejorar y tener un impacto en diferentes ámbitos. Entonces, uno de esos casos tiene que ver con con un proceso muy muy establecido por muchos años, eh, que se llama destilación.
La destilación se usa para producir alcohol, para purificar un montón. La industria petrolera de ahí saca la gasolina, la purifica, etcétera, etcétera, diferentes cortes y todo lo demás. El problema de esa operación es que se basa en el uso de energía. Hay que usar energía para poder separar, para poder purificar. Y la energía, bueno, pues ha llegado a ser costosa y la destilación entonces se vuelve cara. Y luego ya analizando eh el interior de los aspectos fundamentales de la destilación, dice: "Bueno, es que este es un proceso termodinámicamente ineficiente, para ser elegantes. O sea, es un proceso ineficiente y punto, ¿verdad?
Es es algo que tiene que que un campo de mejora. Pero ¿cómo le hacemos? Porque es parte de la naturaleza. Si yo tengo esta columna, esta reacción, tengo que usar esta energía y se tiene que desperdiciar algo para producir esto. Es la naturaleza. Entonces tengo que inventar algo para que esto abata costos, mejore, ¿verdad? Claro. Y entonces nos encontramos por allí un artículo de unos rusos escondido que eh precisamente mencionan un sistema que luego es conocido como sistema Petliuk, que es un investigador ruso, eh, pues bastante reconocido a nivel de que esa tecnología pum tiene el sello de su nombre. Pero en ese momento, eh, este sistema complejo que decía termodinámicamente puede ahorrar energía eh porque lo demostraba de esa manera, pero la pregunta es número uno, ¿cómo lo cómo entonces cómo lo diseñamos? Es como decirle a usted este, pues no sé, esta comida que usted puede comer es es muy rica, busque una comida rica en proteínas de tales características y dónde la encuentro. Entonces aquí, ¿cómo cómo podemos esta cosa compleja eh diseñarla? No hay, no hay métodos.
Entonces nos empezamos a meter para diseñar métodos o buscar métodos de diseño para estas estructuras. Y lo otro lo otra es esta estructura, dicen los científicos colegas del mundo, eh, es que esto puede ahorrar energía, pero no es posible operarlo porque es muy complejo la operación de este equipo. ¿Es muy difícil o no es posible? Y entonces a mí me dio la pues la de okay, vamos a ver si es cierto, vamos a estudiar si la operación de este equipo ya puesto en la práctica realmente es imposible, es muy difícil. Para eso vamos a usar todo lo que estaba hablando, vamos a estudiar un modelo, vamos a simular, vamos a construir programas para meterlos a la computadora y simular.
Eugenio Amézquita Velasco:
Vamos al corte y regreso.
El trabajo en equipo con sus alumnos investigadores: Cuarta y ultima parte de la entrevista con el Dr. Arturo Jiménez
Eugenio Amézquita Velasco:
Estábamos pues entonces, estamos de regreso en esta entrevista técnica sobre ese trabajo de investigación de cómo dio que el tema ese ruso se llama Petliuk. Okay. Y bueno, seguíamos doctor, seguimos.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Sí, sí. Entonces, ese era nuestro nuestro problema por abordar y pues se tuvieron dos dos situaciones, dos productos en general: uno, que se pudieron desarrollar métodos de diseño para esas columnas, y número dos, que fuimos los primeros que demostramos en el mundo que esas columnas sí podían ser operables y que no solo eso, sino que bajo ciertas condiciones o bajo ciertos problemas de separación eran más operables que las columnas clásicas.
Más eficientes, más operables. Bueno, eficientes sí, pero además la eficiencia energética que se ganaba no se perdía porque el proceso fuera más difícil de operar. ¿Qué quiero decir con esto? Llueve y el proceso empieza a perder calor y los actuadores de control tratan de poner más vapor, más agua de enfriamiento, etcétera, y entonces viene un periodo de inestabilidad del proceso y eso es lo que sistemas complejos, eh, vamos a decir, son más propensos a tener una sensibilidad. Entonces, esos son muy sensibles. Hay un cambio en las condiciones de operación, llega el reactivo menos puro, llega más caliente y el proceso lo siente y lo refleja a través del producto que ya no cumple con especificaciones y tiene que regresarse.
¿Y ahí cuánto tiempo se tarda? Y pérdida de... Y cuánto, y y si además es posible que regrese a donde estaba. Y esa es esa es la situación de que se demostró que no solo era operable y no solo regresaba, sino que regresaba más fácil que las columnas actualmente o o disponibles en ese momento.
Eugenio Amézquita Velasco:
Esto que estamos hablando aquí en palabras y dijéramos es la teoría, ¿en la práctica se está llevando a cabo, doctor?
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
Sí. Ahora déjeme darle otros tres elementos que quiero dar. Okay. Adelante, adelante. El primero que quiero dar es que, y quiero resaltarlo porque me nace y es es la realidad, esto fue el producto de trabajos de tesis de estudiantes míos que fueron los que realizaron pues todo el trabajo fuerte, digamos, vamos a decir, de campo, de poder llegar a tener estos resultados, ¿verdad? Entonces, eso es importante. Y estas personas que en aquellos tiempos conmigo empezaron a explorar estos campos, hoy en día son investigadores reconocidos mundialmente en este campo. Entonces, eso quiero recalcarlo. Bueno, segundo, este proceso pues eh tiene sus detalles que vamos a decir que como usted decía correctamente, de manera teórica dio estos resultados, pero de manera práctica.
Entonces, ¿cómo le hacemos para para hacerlo? Ahora sí que a alguien se le ocurrió poner dos columnas en una, como meter esta columna que está acá dentro de esta otra y crear una nueva tecnología, un nuevo equipo, un equipo innovador. Y entonces los problemas fueron pues de alguna manera similares, y pero lo que entonces empezamos a tratar es estas columnas se llaman de pared divisoria y empezamos a demostrar también que estas columnas de pared divisoria pues realmente cumplían la función que teóricamente podrían cumplir, y estas columnas hoy en día en Europa hay más de 100 columnas instaladas y operadas. Válgame Dios. Ahora déjame decirles el el tercer aspecto, ¿verdad?
Alguien puede decir: "Sí, están operando allá, pero este pero eh", y correctamente pueden decir, "pues hay grupos en el mundo que que han seguido haciendo investigaciones y en un dado momento hay pues empresas que ya no necesariamente voltearon al Tecnológico de Celaya para ver resultados y decir lo vamos a hacer." Es una cadena de investigación mundial que llega y además todo el camino que debe de recorrer, lo que decía yo en un dado momento, ahí está el problema, científicamente vas, vas y a través de años de entender y de esfuerzo y de patentes, etcétera, de diferentes actores mundiales, llega a decir: "Aquí está la columna operando, ahorrando energía y produciendo lo que tiene que producir."
Hubo un grupo de exestudiantes míos y exestudiantes de mis exestudiantes, ya grupo nietos, hijos académicos y nietos académicos, que se dedicaron a a poner junto un artículo que pues que tuvieron la gran amabilidad de dedicarme, de documentar parte de la obra que yo hice en este campo. Insisto, sin ellos no lo pudiera haber hecho, pero bueno, ellos me dedican este trabajo, eh, este esfuerzo, esta área y demuestran con números que fuimos nosotros aquí en Celaya. ¡Qué hermoso!
De los pioneros mundiales. ¡Qué hermoso! De haber empezado a poner los resultados que les estoy poniendo. Y esto lo documentaron de manera muy muy precisa con datos duros, como se dice, de publicaciones a nivel mundial. ¿Quién estaba publicando? Hay una gráfica histórica, ¿cuántos artículos del tema había aquí, etcétera? Empezamos nosotros y empezamos a una línea del tiempo de los primeros. Sí, fíjense. Y entonces aquí, eh, una cosa interesante es que aparecen los chinos y entonces digamos diría eh de manera simplista, los chinos se fijan en el trabajo que hay en el en el área que incluye nuestro trabajo. En ese sentido yo diría pionero, y como pues un país muy interesante, vamos a decir, eh, en la ciencia, como abordan, se meten con todo, y entonces hoy en día pues son los es el país que más publica en este campo, pero no publicaban antes que nosotros.
Mire ustedes. Y eso está documentado, y mis exalumnos, como le decía, son líderes mundiales en esto y son de los grupos que más publican en este campo, y de ellos el más notable está en la Universidad de Guanajuato.
Eugenio Amézquita Velasco:
Pues la la verdad no me quiero extender mucho porque vamos a buscar otros momentos para otros temas, pero la verdad es que eh he estado aquí muy silencioso, y vaya que eso no se me da, porque estoy aprendiendo. La verdad, siempre uno aprende. Pero no deja de ser un placer y un honor estar aquí con usted, doctor. La verdad, no todos los días está uno con un doctor Honoris Causa recién salidito así del horno, ¿verdad? Pero sobre todo que que conozco de muchos años y que y que esto no es fruto de la casualidad, efectivamente. Es fruto de mucho, como usted lo dijo, de un trayecto, de un trabajo, de desvelos, de trabajo en equipo, como usted también lo está reconociendo, pero que pero que sus alumnos de posgrado, doctores, también le han sabido reconocer sus capacidades. Quiero agradecerle, doctor, que me haya recibido.
Dr. Arturo Jiménez Gutiérrez:
No, Eugenio, pues es un gusto especial. Hacía tiempo que no platicábamos. Es cierto. Y pues gracias a ti por haber venido y y haber participado de esta charla.
Eugenio Amézquita Velasco:
No, no, no. Este es un tesoro verdaderamente en video, un documento histórico, como otros muchos que tengo ya por ahí, y que que lo hago con muchísimo gusto porque porque esto esto es verdaderamente lo que queremos en México, eh, estar perdiendo el tiempo entre comillas en la investigación, en el trabajo, en el ser más grande del país. Y esto que dijo usted: "Talento hay a puños, no más hay que saberlo cultivar." Es correcto. Totalmente correcto. Así es, doctor. Muchas gracias. Soy Eugenio Amézquita Velasco, Guanajuato Desconocido y Metro News con el doctor Honoris Causa, el Dr. Arturo Jiménez, orgullosamente Lince.
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