Los símbolos en la tilma de San Juan Diego

Guanajuato Desconocido
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Eugenio Amézquita Velasco

-El mensaje de la Virgen se presenta como un "códice" de fe y cultura que el indígena podía leer, logrando la inculturación del Evangelio.
-La cinta oscura en el vientre de la Virgen simboliza su embarazo, indicando que lleva al “verdaderísimo Dios por quien se vive”.
-La flor de cuatro pétalos (naui olin) sobre el vientre de la Virgen significa “movimiento” y es la verdad divina, la Madre de Dios.
-Para la mentalidad indígena, una mujer embarazada es la síntesis de la energía dispersa en el cosmos, un concepto superado en la imagen.
-El sol rodea a la Virgen, pero el centro es Él, el Sol verdadero, el Sol de justicia, confirmando la primacía de Cristo.
-La postura de la Virgen es un “paso de Danza”, donde el pie apoyado y el otro en genuflexión indican que orar es bailar para el indígena.
-Las 46 estrellas en el manto no coinciden aleatoriamente; su posición corresponde a las constelaciones en el cielo de México en 1531.
-El manto de la Virgen abarca los cuatro rumbos del universo (Norte, Sur, Oeste y Este), coincidiendo con la literatura náhuatl.
-Los colores del ángel (cuauhtlatoa) a sus pies (azul, blanco y rojo) representan los cuatro rumbos del universo y la verdad.
-El rostro de la Virgen está inclinado en signo de respeto, pues hay alguien mayor que ella: Jesús, al que va a dar a luz.
-La Virgen está rodeada de “Niebla y Nube”, un disfraz indígena que significa “lugar a todos desconocido” y abrir un cofre de tesoros.
-El broche en su vestido, con una cruz, permite al creyente verse reflejado en la Cruz de Cristo, guiando su devoción.
-Las diez flores cerro corazón en el vestido tienen la raíz en el manto celestial (azul verdoso), simbolizando raíces celestiales.
-La coincidencia del naui olin con el Cerro de la Estrella simboliza el Fuego Nuevo o Pascua verdadera, que es Jesucristo Resucitado.
-El plasma de la imagen en la tilma (6:15 a. m.) coincide exactamente con el amanecer o "romper el alba", signo de una nueva creación.

Análisis profundo de la tilma: La Imagen Guadalupana como códice de la inculturación

La imagen de la Siempre Virgen Santa María de Guadalupe en la humilde tilma de San Juan Diego no es meramente una representación piadosa; es un documento teológico y cultural de valor incalculable. Desde la óptica del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos (ISEG), y apoyados en la investigación interdisciplinaria, el mensaje plasmado en el ayate revela una estrategia divina para la inculturación de la fe en el Nuevo Mundo, un auténtico códice que el mundo indígena podía leer y comprender, como lo explica el Muy Ilustre Canónigo Dr. Eduardo Chávez, Director General del Instituto Superior de estudios Guadalupanos.



La Virgen se presenta como una Doncella encinta. La cinta oscura sobre el vientre, en sí misma un signo de embarazo para la cultura indígena, se complementa con el naui olin (flor de cuatro pétalos en movimiento). Mientras los ancianos indígenas interpretaban el vientre materno como la síntesis de la energía dispersa en el cosmos, la Virgen de Guadalupe eleva esta comprensión, anunciando que lleva en su vientre al Dueño del cielo y de la Tierra, superando así la cosmovisión anterior y centrando la atención en Cristo, el Sol verdadero que la rodea.

La lectura de la imagen como un lenguaje sagrado va más allá. Su postura, descrita como un "paso de Danza", con un pie firme sobre la luna negra (símbolo de la muerte, el mal y el norte) y las manos en oración, muestra que para el indígena, el acto de bailar es orar.

El manto, que representa el firmamento, contiene 46 estrellas cuya ubicación ha sido estudiada matemáticamente. La precisión del mapa celeste corresponde a las constelaciones observables en el cielo de México el 12 de diciembre de 1531, entre las 6:15 y 6:30 de la mañana. Esto no solo dota a la imagen de una precisión científica asombrosa, sino que subraya que la Virgen es celeste y su mensaje está avalado por el cosmos mismo. Además, la combinación de colores en las alas del ángel (cuauhtlatoa) a sus pies (azul, blanco, rojo), simboliza los cuatro rumbos del universo (norte, sur, oeste y este), señalando que el mensaje de salvación que trae es universal y para toda la Tierra.

La inclinación de su rostro es un gesto de respeto y sumisión, pues ella es el tabernáculo que porta a alguien mayor. Ella se presenta "entre Nieblas y Nubes", un concepto náhuatl para referirse a un lugar desconocido que viene a abrir un cofre de tesoros espirituales, volviendo visible al Invisible. Finalmente, el simbolismo de la Cruz en su pecho y las flores cerro corazón con sus raíces apuntando al cielo, demuestra que la fe cristiana no pide la eliminación de los valores indígenas, sino su elevación: los corazones son presentados a Dios sin ser arrancados.

La hora exacta en que la imagen se plasmó en la tilma, al "romper el alba" (6:15 a. m.), y la coincidencia del naui olin con el Cerro de la Estrella, lugar donde se celebraba el Fuego Nuevo, concluyen la narración con un mensaje de Pascua y Resurrección. La Virgen de Guadalupe no trajo una nueva religión, sino que comunicó a Jesucristo, el Fuego Nuevo verdadero, iniciando una nueva era de fe y dignidad para los pueblos de América.

La transcripción completa de la exposición y descripción de la tilma

Muy Ilustre Canónigo Dr. Eduardo Chávez:
En primer lugar, es una doncella encinta. Esta cinta oscura que se encuentra arriba del vientre es de ella. A lo lejos parece negro, pero es color camote, así le llaman, color camote oscuro. Y ella, esta cinta, nos está refiriendo que está embarazada.

A la altura del vientre se encuentra esta flor, única flor dorada en el vestido rosa salmón, que es de cuatro pétalos. Eso significa, a través de los códices, siempre en movimiento, se le llama naui olin. Siempre en movimiento, y uno lo puede ver en los códices. Por lo tanto, ella al hablar, al decir: "Soy la madre del verdaderísimo Dios por quien se vive", y al mismo tiempo estar con esta cinta oscura arriba del vientre, y luego que está ahí el naui olin, para los indígenas simplemente es la Madre de Dios.

En pocas palabras, es esta flor y canto. Flor y canto significa la verdad divina, este flor en movimiento. ¿Por qué canto? Porque ella se aparece en donde hay estos cantos de pájaros, etcétera. El hecho de que esté embarazada, los indígenas decían: "Es la síntesis de la armonía dispersa en el cosmos, en el universo; están en ese vientre que le da la vitalidad al niño". Así decían los indígenas: "Una mujer embarazada trae en su vientre la síntesis de la energía dispersa en el cosmos". La Virgen de Guadalupe no trae la síntesis de la energía dispersa en el cosmos, trae al dueño, al dueño del cielo y de la Tierra. Así que todavía más fuerte esto.

Por eso el sol está centrado en él. Si te fijas, el sol la rodea así, pero el sol, el centro, es él, el sol verdadero, el Sol de justicia.

Pero también ella está en paso de Danza. Eso qué significa: que un pie está bien apoyado en la luna y el otro está en genuflexión, que hace que con sus manitas aquí haga un paso como los indígenas bailaban, que le llama paso de Danza. Para los españoles, el tener las manos juntas simplemente es oración. Para ellos, el hecho de poner una flor cerro que sería sonaja, también sonaja, y luego el paso de Danza. Ella, ella está bailando como orando, porque para los indígenas bailar significa orar. Así que ella está en paso de Danza.

Estas 46 estrellas, como las flores también en su vestido, todas las demás son o pétalos, porque para los indígenas el número cuatro es muy importante. Cuatro y cuatro es como la perfección. De hecho en México tenemos una frase que dice: "Me puse un ocho" o "Le puse un ocho", es decir, lo máximo de trampa digamos, o "me puse un ocho", lo máximo de algo, lo máximo de lo máximo. Por eso el ocho es muy importante para los indígenas.

Luego, el angelito que está a sus pies es un cuauhtlatoa, porque no tiene alas de paloma, tiene alas de águila. Y si se fija uno, tiene azul, blanco y rojo. Los que hemos tenido oportunidad de estar cerca de ella, es un azul intenso, precioso. Es un color verdaderamente fuera de serie, como el lapislázuli, como ese tipo de azul, muy, muy, muy hermoso. Y si uno ve de cerca la tilma, se podrá ver las costuras, las tramas, así sin el color. El color está como en medio de los hilos, en los huecos que algunos nos forman. Es algo verdaderamente increíble, te lo estoy diciendo como pintor también.

Y entonces ese negro donde ella está parada, de la luna, que decíamos que es como un eclipse, que decíamos que es como el mal, como la muerte, porque es lo que significa el negro, también significa el norte. El azul intenso de las alas del águila formarían parte de esta raíz. Y recordemos que la raíz es lo bien fundamentado, es la verdad, es el azul del sur. El sur está significado por los indígenas. El azul es el sur. El blanco, que en mi mentalidad yo lo hubiera puesto como el Oriente, pero no en los indígenas, el blanco es el poniente. Y el rojo, ¿por qué el Oriente? Porque como ya les decíamos que para que el sol pudiera surgir y tener un nuevo día, se necesitaba sangre y corazones. Así que en la mentalidad indígena, el rojo es el...

Así que ella, su raíz, son los cuatro rumbos del universo: el norte, el sur, el oeste y el este. Son los cuatro rumbos del universo. Y esto coincide con la literatura náhuatl cuando habla precisamente de México, de donde sale el altar del universo. Y fíjate nada más lo que estamos hablando, el altar del universo. Pues nada menos que ella se presenta con aquel que es el Dios verdadero y ella el tabernáculo del verdaderísimo Dios por quien se vive, que va a los cuatro rumbos del universo como dueño.

Se ha hablado mucho del rostro, y eso me da mucho gusto, porque el rostro está inclinado. Los indígenas de Zozocolco, Veracruz, decían al padrecito, que un poco decía que él les iba a predicar, pero realmente fueron los indígenas quienes le predicaron a él, cuando le dice: "Y mira padrecito, es importante esta mujer, porque se para frente al sol, pisa la luna y se viste con las estrellas, pero su rostro está inclinado en signo de respeto porque hay alguien mayor que ella. Nuestros ancianos, nuestros abuelos, ofrecían corazones a Dios para que este universo pudiera continuar con vida". 

"Esta mujer dice que, sin arrancarlos, le pongamos los nuestros entre sus manos para que ella los presente al verdadero Dios." O sea, los indígenas la saben leer, la saben descubrir, la saben interpretar, la saben vivir. Somos testigos, yo soy testigo de que aquí llega la gente indígena y habla con ella, habla con ella. Y en el Museo es algo también muy hermoso ver familias indígenas que yo creo que en su vida han entrado a un museo, pero llegan al museo de la Basílica y hay muchas imágenes de la Virgen María, se hincan, toda la familia se hinca, no están contemplando una obra de arte, están contemplando a su madre, así, así de fácil.

Otro significado son las nubes. Está rodeada de nubes. Los indígenas tienen una cosa que se llama disfraces, un tercer significado como flor y canto, la verdad divina. Por ejemplo, en esta ocasión es Niebla y nube, surge tres significados en Niebla y nube. ¿Cómo lo sabemos? Cuando Moctezuma da la bienvenida a Hernán Cortés, le dice: "Tú que vienes entre nieblas y nubes, lugar a todos desconocido." Eso es lo que significa entre nieblas y nubes, lugar a todos desconocido. 

"Ustedes que vienen entre nieblas y nubes, lugar a todos desconocido, vienen a abrir un cofre de tesoros espirituales. Ustedes son ojos, oído y boca de aquel invisible y espiritual, en ustedes se vuelve visible." Eso significa entre nieblas y nubes. Si vemos con los ojos de los indígenas la Virgen de Guadalupe entre nieblas y nubes, podemos descubrir que así Ella está diciendo: Ella viene del lugar desconocido, Ella viene a abrir un cofre de tesoros espirituales del cielo, Ella es ojos, oído y boca de aquel invisible y espiritual, en ella se vuelve visible. Así de fuerte es cada interpretación de la imagen desde los ojos, desde la mirada indígena.

Ella está con este vestido que tiene acá arriba una especie de broche con una cruz. Es de ella. No es que los españoles le hayan puesto esa Cruz, no es de ella, se ve claramente que es de la misma imagen. Y eso es toda una mentalidad indígena también. A ver, antes de conocer el cristianismo, los indígenas hacían esto con sus ídolos de piedra: le hacían un agujero alrededor del cuello y le ponían un Jade precioso, que es la piedra más preciosa no solamente de valor económico, eso no lo entendían, sino de valor religioso, es la vida, es el corazón, el verde. Y pulía ese Jade para hacerlo como espejo, en la medida en que yo viera este ídolo yo me reflejaba en su corazón. Donde yo me veía, yo me veo en su corazón de este ídolo.

Esa es la mentalidad, ahora usando esta manera de pensar indígena con la Virgen de Guadalupe, por supuesto que ella no toma ninguna idolatría, que quede claro, pero toma estos valores que entienden los indígenas. Ella pone aquí a Jesús con esa cruz. Al verla a ella, nosotros nos vemos reflejados en la cruz de Cristo. Cristo es nuestra guía.

Estas flores cerro, que son en realidad diez, nueve son las que más se ven, pero hay una que está abajo de los brazos de la Virgen, son diez. Son flores cerro corazón. Y si se fijan, el tallo va hacia abajo y la raíz está dentro del manto azul verdoso, lleno de estrellas, el universo, lo celeste. Así que son flores celestiales, todas las raíces tocan el cielo. Acuérdense de que para el indígena la raíz es la verdad. Luego este Cerro está en signo de corazón, afuera de él digamos, están estas florecitas. Es una tierra Florida como decía Juan Diego.

Decía: "Si son flores cerro, no serán parte de también de México en sus volcanes, en sus cerros." Especialmente los volcanes. Puso la Virgen de Guadalupe en el plano de México y la flor de cuatro pétalos del vientre de la virgen la puso en el Tepeyac, a ver si coincidían las flores con los volcanes. Coincidió en un setenta y tantos por ciento, no está mal, pero no es claro.

Luego Mario Rojas, otra vez con el Dr. Juan Homero Hernández e Ycas, dijeron: "¿No será que así como coinciden las flores cerro, no coincidirán también las estrellas con las constelaciones?" Agarra la imagen y la pone en el cielo y no coinciden, pero es cuando le hace así, digamos, cuando coinciden al setenta y tantos por ciento. Nuevamente fue una muy buena intuición.

¿Qué pasa con las con las flores y las estrellas? Resulta que Fernando Ojeda, del que hablamos precisamente por el estudio de los ojos, dijo: "Ah, vamos a ver esto de los volcanes y de las estrellas." Matemáticamente hizo al revés, es decir, no puso la flor de cuatro pétalos en el Tepeyac, sino primero hizo coincidir los volcanes con las flores. Y resulta que la flor de cuatro pétalos, el naui olin, caía en el Cerro de la Estrella. Cuando él me dijo eso, yo dije: "Esto es cierto, esto es verdad." ¿Por qué? Porque en panquetzaliztli es donde se hacía el Fuego nuevo, y que la Virgen de Guadalupe lo que nos está comunicando es el Fuego nuevo, la Pascua verdadera, que es Jesucristo Nuestro Señor. Por eso es la clave de la interpretación de todo el evento Guadalupano, que viene Jesús, la Pascua nueva, la resurrección, y ese Fuego nuevo se celebraba en el Cerro de la Estrella. O sea, que el hecho de que haya caído el naui olin en el Cerro de la Estrella, donde se hacía el Fuego nuevo, donde es este signo de Jesús, es algo simplemente increíble. Y luego con las matemáticas se...

Se unió fuertemente a la cuestión de estrellas. Cuando yo capté que era todo cierto, en mi... en mi... (esto lo digo personalmente) es porque nosotros hicimos el trayecto de Juan Diego: salir de Tulpetlac, ir al Tepeyac, dar la vuelta al Tepeyac, esto de la Virgen que baja, le habla al indígena, subimos al cerro, hicimos como cortar flores, porque yo quería saber a qué hora más o menos se plasmaría la imagen de la Virgen de Guadalupe en la tilma de Juan Diego delante del obispo. Yo quería saberlo. Y yo sabía en mis cálculos que se había plasmado la imagen de la Virgen de Guadalupe a las 6:15 de la mañana más o menos.

Y eso me lleva a otra cosa: porque cuando empieza todo este relato, resulta que al romper el aquel sábado 9 de diciembre de 1531, cuando pasaba Juan Diego al lado del Tepeyac, era al romper el alba. Y romper el alba es en el amanecer cuando el primer rayo, y eso es a las 6:15 de la mañana. Cuando estoy con con el obispo, bueno, estoy en esa forma con el obispo Fray Juan de Zumárraga, me doy cuenta que la imagen exactamente al romper el alba, o sea, empieza a romper el alba y termina al romper el alba, un día nuevo, algo nuevo, una nueva creación, un nuevo Génesis.

Me dice Fernando, porque le pregunté: "¿Y cuándo están todas las estrellas que están en el manto de la Virgen de Guadalupe, todas esas constelaciones, en cuándo están en el cielo de México, padre?" "Entre 6:15 y 6:30," exactamente. Unos momentos antes, no, no habría llegado una estrella; unos momentos después, una estrella ya se había ido. O sea, es exacto toda esta precisión. Por eso a mí me parece que es algo increíble y que de toda esta armonía surja música, que también Fernando Ojeda es el que descubre esto con las matemáticas y la armonía en la Virgen de Guadalupe, realmente es algo impresionante. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido

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