
Eugenio Amézquita Velasco
Los Santos Protomártires Romanos son el primer grupo documentado de cristianos que sufrieron una persecución a gran escala y sistemática en la ciudad de Roma, bajo el emperador Nerón. Su martirio se produjo en el año 64 d.C. y es un evento crucial en la historia temprana del cristianismo.
Contexto Histórico: El Gran Incendio de Roma (64 d.C.)
La persecución de los cristianos no fue un evento aislado, sino que se desencadenó a raíz de la catástrofe del **Gran Incendio de Roma** en el verano del año 64 d.C. El fuego arrasó gran parte de la ciudad, incluyendo áreas densamente pobladas y emblemáticas. El incendio duró varios días y causó una devastación masiva.
Nerón, el emperador en ese momento, era una figura controvertida y ya impopular. Aunque intentó organizar esfuerzos de socorro y reconstrucción, el rumor popular lo culpaba del incendio, sugiriendo que él mismo lo había provocado para despejar terreno para su ambicioso proyecto de la *Domus Aurea* (la Casa de Oro). La indignación pública era inmensa y Nerón necesitaba urgentemente desviar la culpa.
La Acusación a los Cristianos
Según el historiador romano Tácito, en sus Anales (XV, 44), que es la fuente principal y más fiable sobre estos eventos, Nerón encontró un chivo expiatorio en los cristianos. Tácito no era cristiano y su relato es imparcial en el sentido de que no defiende a los cristianos, sino que simplemente registra los hechos desde una perspectiva romana. Él escribe:
"Para acallar la voz pública, Nerón suplantó a los culpables e infligió los más refinados tormentos a los que, odiados por sus abominaciones, el pueblo llamaba cristianos. El autor de este nombre, Cristo, había sufrido la pena capital durante el reinado de Tiberio, por orden del procurador Poncio Pilato; y la execrable superstición, reprimida por un momento, irrumpía de nuevo no sólo en Judea, cuna de este mal, sino también en Roma, donde confluyen y se glorifican todas las cosas atroces y vergonzosas."
Tácito revela aquí el profundo desprecio y la ignorancia que los romanos tenían hacia los cristianos. Se les acusaba de "odiados por sus abominaciones" (*odio humani generis* – odio al género humano), una acusación vaga pero poderosa que englobaba diversas sospechas:
-Ateísmo: Al no adorar a los dioses romanos ni participar en el culto imperial, se les consideraba ateos, lo cual era una afrenta directa al orden social y religioso del Imperio.
-Canibalismo: Los rumores sobre la Eucaristía, malinterpretada, llevaban a acusaciones de canibalismo ("comer la carne y beber la sangre").
-Inmoralidad: Las reuniones secretas y la negación de las costumbres romanas generaban sospechas de incesto y otras inmoralidades.
-Rechazo social: Su separación de la vida pública (no participaban en festivales paganos, juegos, etc.) era vista como una hostilidad hacia la sociedad romana.
Así, los cristianos se convirtieron en el blanco perfecto para la furia de Nerón y del pueblo romano.
El Martirio de los Protomártires
La persecución que siguió fue brutal y diseñada para ser un espectáculo público que satisficiera la sed de venganza del populacho. Tácito describe los horribles métodos de ejecución:
-Por lo tanto, se arrestó primero a aquellos que confesaron; luego, por su información, un inmenso número fue condenado, no tanto por el crimen de haber incendiado la ciudad, cuanto por su odio contra la humanidad. Y a su muerte se añadieron los escarnios, de modo que, cubiertos con pieles de fieras, perecieran desgarrados por los mordiscos de los perros; o crucificados; o entregados a las llamas para que, al caer el día, iluminaran la noche a manera de antorchas. Nerón había cedido sus jardines para este espectáculo..."
Las formas de martirio incluyeron:
1. Vestidos con pieles de fieras: Eran arrojados a perros salvajes que los destrozaban.
2. Crucifixión: Muchos fueron crucificados, una de las formas más dolorosas y humillantes de ejecución romana. Se cree que San Pedro fue crucificado boca abajo durante esta persecución, aunque esta tradición es posterior al relato de Tácito.
3. Antorchas humanas: Eran untados con materiales inflamables, atados a postes y quemados vivos para servir como iluminación en los jardines de Nerón, mientras este ofrecía juegos para el pueblo. Este fue un acto de crueldad particularmente sádico.
Este primer grupo de mártires no es identificado individualmente en los registros históricos, lo que los convierte en los "protomártires" (primeros mártires) en el sentido colectivo de la persecución neroniana.
Significado y Legado
El martirio de los Protomártires Romanos tuvo un impacto profundo en la Iglesia primitiva:
-Confirmación de la fe: Demostró la fortaleza y la convicción de los primeros cristianos, que estaban dispuestos a morir por su fe.
-Propagación del cristianismo: Lejos de extinguir el cristianismo, estas persecuciones a menudo actuaron como un catalizador, difundiendo la fe a medida que los testigos y sobrevivientes la compartían. Tertuliano, un Padre de la Iglesia posterior, inmortalizó la frase: "La sangre de los mártires es semilla de cristianos."
-Inicio de las grandes persecuciones: Los Protomártires Romanos marcaron el inicio de una serie de persecuciones imperiales intermitentes pero a menudo brutales que durarían hasta principios del siglo IV.
Fecha de Celebración
La Iglesia Católica celebra la memoria de los Santos Protomártires Romanos el 30 de junio. Esta fecha, al día siguiente de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo (29 de junio), es significativa porque tanto Pedro como Pablo tradicionalmente se considera que fueron martirizados en Roma durante la persecución de Nerón, aunque las fechas exactas de su muerte no son precisamente el 29 de junio, la proximidad de la celebración de los protomártires subraya su conexión con los apóstoles fundadores de la Iglesia de Roma.
Su festividad es un recordatorio del sacrificio de aquellos que fueron los primeros en dar testimonio de su fe con su vida en la capital del Imperio. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido
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