Eugenio Amézquita Velasco
-Su última obra, el mural en el panteón antiguo de Comonfort, capta la esencia del folclore mexicano con tres calaveras centrales o catrinas vestidas elegantemente, que tocan instrumentos, representando una vibrante escena de música y celebración más allá de la vida.
-La obra se inscribe en el estilo figurativo y expresionista del Muralismo popular/Street Art, heredando la gráfica mexicana de José Guadalupe Posada, pero con una composición orgánica y fluida, acentuada por líneas curvas.
-El artista emplea colores cálidos y vibrantes (naranjas y amarillos del cempasúchil y velas) en el centro, que irradian espectacularmente contra un fondo frío y oscuro (morados y azules) que simulan el cielo nocturno.
-La obra presenta una composición en espiral o ascendente donde las figuras están ancladas en la mitad baja por elementos como el agave, mientras el fondo se eleva, creando un efecto dramático de monumentalidad y perspectiva.
-Elementos clave como las flores de cempasúchil (guía), grandes cirios (luz) y la planta de agave (raíz terrenal) enmarcan la escena, reafirmando el profundo simbolismo de la ofrenda y la tradición.
-Tovar Laguna es un Ingeniero en Innovación Agrícola Sustentable dedicado a la agricultura y la asistencia técnica a productores de uva en Guanajuato.
-Fue responsable general de producción agrícola en Tres Raíces Vinícola Mexicana (2018-2024), impulsando una agricultura bioracional y sustentable.
-Implementó la agricultura de precisión, manejo fitosanitario, y fue responsable de producción de aceite de oliva extra virgen en Dolores Hidalgo.
-Anteriormente, laboró en Mushrooms Monterey y Viñedo San Miguel, donde implementó el Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades (MIPE).
-Participó en el desarrollo de cultivos in vitro para la protección de cactáceas y en investigaciones de porta injertos de viticultura.
El artista plástico y agrónomo Juan Manuel Tovar Laguna, quien participará en el Festival de las Aves en Comonfort, cuenta en su haber varias obras, entre trabajos de cuadro hasta murales y dibujos sueltos. Pero la reciente obra, realizada el 2 de noviembre en el antiguo panteón de Comonfort, se erige como una declaración artística potente y arraigada en la identidad mexicana.
Es una obra que trasciende la simple representación de la muerte para convertirse en un homenaje expresionista y vibrante al Día de Muertos. El artista utiliza un estilo de muralismo popular, dinámico y accesible, influenciado por la gráfica de Posada, para dar vida a sus catrinas.
El mayor mérito de la pieza reside en su manejo dramático del color: al oponer la oscuridad y el misterio de los tonos fríos y morados del fondo con la intensa luminosidad de los amarillos, naranjas y rojos de las flores y velas, el artista consigue un efecto de luz radiante y espiritual. Este contraste no solo es visualmente cautivador, sino que subraya el mensaje central de la festividad: la vida se celebra y se encuentra incluso en la oscuridad de la muerte.
En esencia, el mural es un excelente ejemplo de cómo el arte público contemporáneo puede preservar y reinterpretar el folclore nacional con una técnica audaz y una paleta de colores inconfundiblemente dramática y festiva.
Este mural presenta un estilo marcadamente mexicano y contemporáneo, centrado en la celebración del Día de Muertos con una iconografía vibrante y dramática.
El tema principal es la tradición y el folclore mexicano, específicamente la iconografía de la muerte vista desde una perspectiva festiva. Las figuras centrales son tres calaveras o catrinas que parecen estar tocando instrumentos (una guitarra y posiblemente una vihuela o guitarrón), lo que sugiere una escena de música y fiesta más allá de la vida. Las calaveras visten ropa tradicional y sombreros, lo que las humaniza y las integra en el ambiente festivo.
Alrededor de las calaveras, se ven elementos de ofrenda y naturaleza. Las flores de cempasúchil, amarillas y anaranjadas son centrales en la composición, simbolizando el camino de los muertos. Las grandes velas a la izquierda de la obra, vista de frente, representan la luz y la guía para las almas.
Una planta de agave en primer plano y otros elementos orgánicos sinuosos que enmarcan la escena dan una sensación de tierra, raíz y tradición, planta muy propia de la zona comonforense y que se plasma en el escudo del municipio.
El estilo se enmarca dentro del muralismo popular o "Street Art" con una fuerte influencia de la gráfica mexicana, incluyendo la obra de Posada. Es un estilo figurativo, folclórico y expresionista. Las figuras de las calaveras tienen la elegancia de la Catrina, pero la composición general es más orgánica y fluida, con un uso de líneas curvas que representan el humo, la niebla o la vegetación.
La composición es dinámica y en espiral o ascendente. Las figuras centrales están en la mitad baja del mural, ancladas por el agave. El fondo parece ascender hacia el cielo, creando un efecto dramático de profundidad y movimiento. La perspectiva en la fotografía, tomada desde abajo y en ángulo, acentúa la monumentalidad de la obra y la escala del artista trabajando.
La técnica en acrílico, permite transiciones de color rápidas y efectos de spray y niebla en el fondo.
La paleta es extravagante, dramática y saturada, empleando colores con gran impacto emocional.
El artista juega con el contraste entre colores cálidos y vibrantes (rojo, naranja, amarillo de las flores y velas) en el centro y colores fríos y oscuros (morados, azules, negros) en el fondo.
El fondo es un cielo nocturno o crepuscular dominado por el morado oscuro, azul y negro, creando un ambiente de misterio, noche y ultratumba. Este fondo oscuro hace que los elementos de la ofrenda (las velas y flores) irradien luz de forma espectacular.
El agave en primer plano utiliza un verde intenso y saturado que contrasta con el fondo oscuro, añadiendo un elemento de vida terrenal y tradición prehispánica.
El uso del color es emocional y busca celebrar la vida incluso en la representación de la muerte, siguiendo la filosofía de la festividad de Día de Muertos.
Juan Manuel Tovar, también líder en agricultura sostenible
Juan Manuel Tovar Laguna, ingeniero egresado del Instituto Tecnológico de Roque en Innovación Agrícola Sustentable con especialidad en agricultura protegida, ha dedicado su carrera al desarrollo y organización de proyectos agrícolas, ofreciendo además asistencia técnica a productores medianos de uva en la región. Su enfoque prioriza el compromiso con el cuidado ambiental, la calidad de los productos finales, la práctica de la agricultura de precisión y la racionalización de los agroinsumos.
Desde junio de 2018 hasta 2024, se desempeñó como Gerente Agrícola en Tres Raíces Vinícola Mexicana, ubicada en Dolores Hidalgo. En este rol, fue el responsable general de la producción agrícola, llevando a cabo una agricultura bioracional y sustentable para asegurar uvas de calidad con las características necesarias para vinificar, y contribuyendo al aprovechamiento máximo de los recursos naturales.
Sus responsabilidades incluyeron el manejo general del cultivo de vid y olivos, fertilizaciones, control de enfermedades criptogámicas, plagas, insectos, riegos, establecimiento de nuevos cultivos, y la reproducción de plantas ornamentales y aromáticas. También fue responsable de compostajes, proyectos de lombricultura y la producción de vegetales para el restaurante de la vinícola, además de la producción de aceite de oliva extra virgen e implementación de agricultura de precisión.
Previamente, de junio de 2017 a junio de 2018, trabajó como Ingeniero Técnico en Mushrooms Monterey. Allí fungió como "grower" y apoyo técnico en el desarrollo de micelios de hongos comestibles como babybellas, xxx expres, herlom, portabellas y setas.
Su labor se centró en el área de riegos e incubación, controlando parámetros críticos como humedad relativa, niveles de dióxido de carbono, temperatura y humedad en los *racks* de producción. Adicionalmente, apoyó en la documentación de gráficas de comportamiento de factores y la identificación de focos de infección.
Entre octubre de 2016 y mayo de 2017, colaboró como Ingeniero Técnico en Viñedo San Miguel, Comonfort, Guanajuato. En este viñedo implementó el Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades (MIPE), logrando resultados satisfactorios en el control del barrenador del tallo de la vid mediante productos sistémicos. También aplicó el MIPE en problemas como cenicilla, botritys, alternaria y pudrición ácida.
Participó en la fertilización y manejo de la vid, así como en la elaboración de aceite de oliva en conjunto con el viñedo Cuna de Tierra.
El Ingeniero Tovar Laguna, quien también es Técnico Agropecuario egresado del CBTA 221, ubicado en la comunidad de Neutla, municipio de Comonfort, participó en investigaciones sobre porta injertos de la viticultura y el desarrollo de cultivos in vitro para la protección de cactáceas en peligro de extinción. Ha enriquecido su formación con cursos como Manejo Fitosanitario, Buenas Prácticas en uso de productos químicos, un congreso de viticultura y un curso de agricultura orgánica.
Tovar Laguna posee aptitudes destacadas como liderazgo, capacidad de toma de decisiones, trabajo en equipo y habilidad para la solución de problemas. Ha compartido su conocimiento con técnicos y productores de uva en Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas e Hidalgo, mostrando un constante interés en nuevos cursos y literatura para enriquecer su conocimiento técnico sobre el cultivo de la vid. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido

