Eugenio Amézquita Velasco
Acudir a Mineral de Pozos y no visitar el templo parroquial de San Pedro Apóstol, donde se custodia la taumaturga imagen del Señor de los Trabajos sería como no haber acudido a visitar ese denominado "Pueblo Mágico".
Saborear una cerveza artesanal, comprar algún artículo o souvenir, degustar una nieve en la placita de esta comunidad ludovicense y guanajuatense, acudir a las minas, se convierte en nada si no se efectúa la obligada visita a este sagrado sitio de oración y encuentro con el Hacedor, lugar que tiene muchísima historia y es la esencia y centro de la vida para la gente de Mineral de Pozos.
Miles de personas acuden todo el año a plantarse a los pies de la imagen para dar gracias por el favor recibido, por la salud recuperada, por el trabajo obtenido, para pedir a Cristo Crucificado a través de esta imagen que le representa, la paz, la tranquilidad, la alegría; todo aquello que se plasma en unas pocas palabras de Jesús de Nazaret: "Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa"
Es la fe la que mueve montañas y es la actitud humilde y contrita la que hace posible el milagro; y también quien pide sabe que el no recibir también es una bendición, porque le va en ello el bien de su propia alma.
El centro de Mineral de Pozos no es un restaurante, no es un hotel ni un bar, con el peligro que conlleva la embriaguez y el escándalo; no es la heladería o la foto artística; no es el fondo de una mina para escuchar historias, el paseo en el camioncito, el deseo de riqueza, el comprar un predio en esta antigua zona minera o el estanquillo de los informes turísticos. El real centro de Mineral de Pozos es el Señor de los Trabajos.
Oración para pedir trabajo
Sacratísimo Señor, que con vocación febril te consagraste a tu misión salvífica; vengo para adorarte y agradecerte todo cuanto poseo, que no es mas sino tu misericordia y amor.
Ante tí Señor, que con tus manos de carpintero santificaste el trabajo, me postro con mi corazón contrito para suplicar que ilumines mi inteligencia y así saber descubrir los caminos y medios para obtener el trabajo que tienes confiado para mi.
En estos momentos que busco empleo y que mi debilidad humana aflora, recurro a Tí Señor de los Trabajos para implorarte que aumentes mi fe y acepte tu voluntad.
Te suplico que en este proceso de búsqueda me infundas paz y confianza para dejar todo en tus benditas manos. Tu mejor que nadie sabe lo que es bueno para mi desarrollo personal y laboral.
Te pido humildemente me conserves libre de toda actitud contraria a tu voluntad y que llegando el milagro de obtener el empleo, todos los proyectos e ideas que realice sean logros para testimonio de tu gloria.
Señor de los Trabajos, que en tu infinita misericordia das a tus hijos la salud del cuerpo y del alma, consérvame de todo peligro, por ello, te imploro que al recibir el don del trabajo, no permitas que me aleje de ti, antes bien, concédeme la gracia de cumplir tus mandamientos, enséñame a santificar el descanso y a presentar el fruto del mismo como ofrenda y agradecimiento a tu bendito nombre.
Amadísimo Señor de los Trabajos, acudo a ti agradecido que pronto me bendecirás para ser fiel servidor tuyo desde el campo que tu infinita voluntad quiera que realice mi actividad. Amén.
Sacratísimo Señor, que con vocación febril te consagraste a tu misión salvífica; vengo para adorarte y agradecerte todo cuanto poseo, que no es mas sino tu misericordia y amor.
Ante tí Señor, que con tus manos de carpintero santificaste el trabajo, me postro con mi corazón contrito para suplicar que ilumines mi inteligencia y así saber descubrir los caminos y medios para obtener el trabajo que tienes confiado para mi.
En estos momentos que busco empleo y que mi debilidad humana aflora, recurro a Tí Señor de los Trabajos para implorarte que aumentes mi fe y acepte tu voluntad.
Te suplico que en este proceso de búsqueda me infundas paz y confianza para dejar todo en tus benditas manos. Tu mejor que nadie sabe lo que es bueno para mi desarrollo personal y laboral.
Te pido humildemente me conserves libre de toda actitud contraria a tu voluntad y que llegando el milagro de obtener el empleo, todos los proyectos e ideas que realice sean logros para testimonio de tu gloria.
Señor de los Trabajos, que en tu infinita misericordia das a tus hijos la salud del cuerpo y del alma, consérvame de todo peligro, por ello, te imploro que al recibir el don del trabajo, no permitas que me aleje de ti, antes bien, concédeme la gracia de cumplir tus mandamientos, enséñame a santificar el descanso y a presentar el fruto del mismo como ofrenda y agradecimiento a tu bendito nombre.
Amadísimo Señor de los Trabajos, acudo a ti agradecido que pronto me bendecirás para ser fiel servidor tuyo desde el campo que tu infinita voluntad quiera que realice mi actividad. Amén.
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